Las crisis en Líbano y en Irak han duplicado en 2006 el número de personas desplazadas en el mundo en un año, indica hoy un informe que denuncia las «estrategias deliberadas» de expulsión de algunos Estados hacia su propia población.
El Consejo Noruego para los Refugiados, una organización no gubernamental, calcula que a fines del 2006 un total de 24,5 millones de personas fueron desplazadas al interior de sus países (a diferencia de los refugiados específicos que huyen al extranjero), según el informe publicado en Ginebra.
A menudo los civiles debieron huir forzados deliberadamente por las fuerzas gubernamentales o grupos rebeldes, añade.
«Cerca de 4 millones de personas fueron desplazadas en 2006 debido a conflictos armados, dos veces más que en los años precedentes», indicó Tomas Colin Archer, secretario general del Consejo.
«Con la proliferación de movimientos armados en numerosos conflictos, el desplazamiento de civiles ya no es sólo una consecuencia de la guerra sino que una estrategia deliberada utilizada tanto por los movimientos rebeldes como por los Estados», lamentaron los autores del informe anual sobre los desplazados en el mundo.
Varios millones de personas también fueron desplazadas debido a catástrofes naturales, según el informe.
A fines del año pasado, cerca de 3,6 millones de desplazados pudieron regresar a sus casas, pero el total aumentó a 24,5 millones contra 23,7 millones a fines de 2005.
Casi la mitad de las nuevas personas desplazadas en 2006 lo fueron en Irak y en el Líbano durante los combates entre Israel y el Hezbolá. La mayoría de los desplazados en el Líbano así como en Israel regresaron a sus casas tras el cese del fuego concluido en agosto, pero los iraquíes siguen huyendo debido a la violencia entre chiitas y sunitas.
«La escala masiva de desplazamientos forzados en los últimos meses empeora la ya dramática situación humanitaria en Irak», señaló Archer.
Advirtió que esto podría ampliar la división entre comunidades religiosas en Irak y redibujar el mapa étnico y religioso de este país.
Cientos de miles de civiles también se vieron forzados a huir en la región de Darfur en Sudán (450.000), en la frontera con Chad, en la Democrática República del Congo (500.000), en Colombia (200.000) y en Sri Lanka.
El Consejo para los Refugiados advierte que los desplazados al interior de un país son a menudo olvidados en comparación con sus compatriotas que buscan refugio en el extranjero, esto a pesar de que su número sea dos veces más importante que el de los refugiados.
El informe critica a los gobiernos por su falencia en la protección de quienes huyen, subrayando que en varias oportunidades han forzado deliberadamente a sus habitantes a dejar sus casas.
Sudán cuenta con cerca de una quinta parte de la población desplazada, seguido por Colombia (3,8 millones) e Irak.