Conflicto de Medio Oriente se discute también en Venecia


El artista estadounidense de origen judí­o Julian Schnabel, cuyas pinturas cotizan alto en el mercado del arte, se ha adentrado en el conflicto polí­tico más espinoso de los últimos tiempos con un filme, «Miral», en el que se mete en la piel de mujeres palestinas.


En entrevista con la AFP en Parí­s antes de asistir al estreno mundial de su filme, hoy en el Festival de Venecia, Schnabel aclara que, aunque ha hecho ya otras cintas que rozan temas polí­ticos -como «Antes que anochezca», donde retrata al escritor disidente cubano Reinaldo Arenas, interpretado por Javier Bardem-, él no es un polí­tico.

«Lo que más quiero es pintar», afirmó Schnabel, que irrumpió en el mercado del arte en los años «80 con sus «pinturas planas», realizadas en pedazos de platos quebrados, que se exhiben en los mejores museos del mundo.

Pero el conflicto entre israelí­es y palestinos «es una gran parte de mi vida», subrayó el artista, que nació en Brooklyn, Nueva York, tres años después de la creación del Estado de Israel.

Ese conflicto «me toca precisamente porque soy un judí­o estadounidense», subrayó Schnabel, explicando las razones que lo llevaron a hacer esta pelí­cula, que es un recorrido desde el nacimiento de Israel en 1948 a la primera Intifada, a través del destino de una joven palestina, Miral.

El pintor y realizador recuerda que en 1948, cuando era niño, su madre era presidenta en Brooklyn, Nueva York, de la Hadassah, la asociación de mujeres sionistas. «El éxito de Israel era muy importante para ella, como lo es para mí­», recalcó.

«Pero no hay una solución militar a ese conflicto. Es como un matrimonio, no es fácil. Pero palestinos e israelí­es viven en la misma casa, y tienen que sobrevivir juntos», recalcó Schnabel, quien fue galardonado con un Palma de Oro en el Festival de Cannes de 2007 por su pelí­cula «La Escafandra y la mariposa».

«Miral», que sale en las salas de Estados Unidos tras su estreno en Venecia, donde compite en el certamen oficial por el máximo galardón, está basado en la novela autobiográfica del mismo nombre de la periodista palestina Rula Jebreal, quien colaboró con Schnabel en la adaptación del libro.

La protagonista, Miral (interpretada por la actriz india Freida Pinto), creció, como Rula, en un orfanato en Jerusalén Este que fue creado por Hind Husseini, una noble mujer descendiente de una gran familia palestina.

Cerca de una de las puertas de Jersualen, Hind descubrió un dí­a un grupo de 53 niños, cuyos padres habí­an muerto a manos de extremistas judí­os en la matanza de Deir Yacine, en 1948, y los recogió.

Interrogado de acerca si no teme que su filme, que fue rodado en Israel y en Cisjordania, provocará polémica en Estados Unidos, donde el lobby judí­o es muy poderoso, Schnabel dice que lo que espera es que promoverá «el diálogo» y «la tolerancia».

«Es una historia palestina, pero lo fundamental es que un judí­o estadounidense es quien cuenta esta historia», recalcó.

«Lo fundamental es que los musulmanes la escuchen, que los israelí­es la escuchen, que el mundo la escuche», dijo Schnabel, que debutó en el cine en 1996 con «Basquiat», acerca de la vida y obra del pintor neoyorquino Jean-Michel Basquiat (1960-1988).

«Miral» concluye con las esperanzas creadas por la firma de los acuerdos de Oslo en 1993, que Schnabel recuerda en un epí­grafe que no se han cumplido.

Y la entrevista concluyó con Schnabel expresando la esperanza de que su filme sea visto por los dirigentes de Estados Unidos, Israel y la Autoridad Palestina, que se reúnen el jueves en Washington para reiniciar las negociaciones del proceso de paz entre palestinos e israelí­es.