Con un gusto renovado he estado leyendo el libro premio nobel de literatura 2006, Orhan Pamuk, «La Vida Nueva» y con la seguridad de que nuestra sociedad ya educada para vivir bajo el narco, la corrupción y aprovechamiento sin regulación de nuestros recursos, piense inicialmente una estrecha relación entre ideas socialistas y el título de la novela, en lo personal no me interesa, pero bien tenemos que acostumbrarnos de alguna manera al estado mercantilista en que nos encontramos y la forma en que ha penetrado entre los poros de nuestra piel. El libro en si es una novela, en la que un ingeniero, título del escritor, juega con las palabras y frases, formando un exquisito conjunto que de manera matemática se ha ordenado.
No será pues del completo agrado que profesionales de las ciencias exactas se manifiesten en campos, que de acuerdo a los que incursionan en los medios de información consideran de su exclusiva propiedad, pensando que se mantendrán tratando de mezclar el agua con el aceite, mientras con todo el derecho y razón que les asiste, los japoneses, chinos y habitantes del continente asiático, incluyendo Japón y la India, penetran en nuestras economías tan excluyentes, no en favor del guatemalteco si no del BíRBARO comercializador.
En la mente de los que aún cuentan con algún poder de razonar se podrá interpretar este mensaje, los malos seguirán ocupando plazas para encontrar la mesa limpia; con esta mentalidad pueblerina y el razonamiento de ingeniería que poseo, insisto en que lo rural se ve como un apéndice, lo urbano y peor aun capitalino, como el todo.
Cómo lograrían hacerme entender que mientras en Petén, la tercera parte de la república, en este momento no exista una autoridad que aunque haya sido nombrada al dedo, tome las riendas para la eventualidad que pudiese suceder, mientras los amigos de la corrupción se están apoderando de todo, ¿quién los detiene?
Este no es el momento para disputar que ideología o principio es el conveniente, necesitamos probos ciudadanos que devuelvan la fe perdida y mientras nuestros distribuidores de riqueza, producto de la corrupción se engolosinan haciendo y tomando posiciones, no se trata del menos peor.
Se confirma si una vez más, que ya no más nombramientos al dedo, todos electos y ocupando posiciones de responsabilidad producto de esa libre elección.
Con el ya definido principio de dar una información final, en este preciso caso manifiesto que aunque no es de completo agrado, sería sumamente interesante oír que los señores Novella que trabajan tan intensamente en El Mirador, volcaran su contribución en el desarrollo ecoturístico, no esperando dádivas y onerosas ofertas de ningún país extranjero. Los ex presidentes mexicanos, de los que se comenta han llevado a cabo robos al erario nacional, por lo menos son los dueños y creadores de los distintos lugares de playas turísticas, del vecino país; esperar que una UCN que se distinguió por tener que depurar a sus congresistas o una DC de Vinicio Cerezo, sigan presentando hojas de adhesión sin saber si han sido depuradas y el señor del Tribunal Supremo Electoral sin decir nada.