La Sala Primera de Apelaciones dejó en firme la sentencia de diez años de cárcel contra Arturo Ignacio Salán Sánchez, ex funcionario del Gobierno de Alfonso Portillo.
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El tribunal de amparos remitirá el expediente de Salán Sánchez hacia un juzgado de Ejecución el cual tendrá que ordenar el cumplimiento de la condena, que será inconmutable de acuerdo con el fallo emitido por los jueces de sentencia.
Salán Sánchez es sindicado del delito de lavado de dinero por Q20 millones que según el Ministerio Público (MP) desvió de los fondos del Estado hacia empresas a su nombre y de su hermano José Vinicio, quien también es procesado por ese hecho.
PRISIí“N
La Sala Primera resolvió sin lugar la apelación especial interpuesta que detenía el proceso contra Arturo Salán, dicho fallo deja en firme la sentencia de diez años de prisión que emitió el tribunal Tercero el 12 de diciembre de 2007.
A criterio de abogados consultados, el juzgado de Ejecución a cargo del expediente de Salán tendría que tramitar las diligencias respectivas para citar al sentenciado y ejecutar la sentencia que ha quedado firme, la cual es inconmutable, por lo que tendría que ser enviado a prisión.
Al hermano del ex secretario de Ejecutivo de la Presidencia del Gobierno de Alfonso Portillo, también le fue impuesta una multa de Q4 millones 665 mil en 2007, cuando el tribunal Tercero lo encontró culpable de lavado de Q20 millones.
ENGORROSO
El proceso contra los hermanos Salán Sánchez ha sido uno de los más engorrosos en el Organismo Judicial, pues en ambos casos existen una serie de resoluciones que han impedido que el proceso concluya en los Tribunales.
Ignacio Salán recobró su libertad el 10 de diciembre de 2008 luego de pagar una fianza de Q5 millones en la tesorería del Organismo Judicial (OJ). Esta fue otorgada por el Presidente del Tribunal Tercero, quien dijo haber ejecutado un fallo de un tribunal anterior cuando inició el primer juicio contra este.
En 2006 el mismo Tribunal favoreció con fianza de Q5 millones a Salán, pero este no salió libre, posteriormente se desintegró esa instancia y se ordenó un segundo juicio, en el que fue condenado a 10 años de prisión, por lavado de dinero, sentencia emitida el 12 de diciembre de 2007.
Su defensa apeló y la Sala Primera resolvió el reenvío del debate, pero el fallo fue revocado por una apelación de la Corte Suprema de Justicia, la cual ordenó emitir una nueva resolución.