Confirman conexión terrestre Patagonia-Antártida


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Científicos chilenos comprobaron que hace millones de años hubo una conexión terrestre entre la Patagonia y la península Antártica por donde transitaron dinosaurios y vegetales.

Por MARIANELA JARROUD SANTIAGO /Agencia AP

Se trata del hallazgo de huesos y partes del cráneo de dinosaurios al norte de Última Esperanza, un descubrimiento inédito para la región de Magallanes, ubicada a más de 3.000 kilómetros de Santiago y muy cerca de la frontera con Argentina.

Los restos son además los más australes de los que se tiene registro, por lo que el descubrimiento fue calificado como un hito en la paleontología mundial.

David Rubilar, paleontólogo del Museo Nacional de Historia Natural de Chile, explicó que se han identificado restos que podrían ser de hadrosaurios e iguanodóntia basales, es decir, «al menos dos formas diferentes de ornitópodos».

Añadió que para determinar si se trata de algo nuevo o no, deberán comparar material hallado con fósiles de otras colecciones paleontológicas del mundo y revisar bastante bibliografía.

Los hadrosaurios o dinosaurios de pico de pato eran herbívoros que tenían más de dos mil dientes en la boca, organizados en grandes placas, que molían y picaban el alimento antes de tragarlo. Podían descansar sobre sus patas delanteras al alimentarse a ras de suelo, siendo facultativamente bípedos para correr o alcanzar alimento en los sitios más altos. Medían entre 8 a 9 metros de largo, y entre 3 y 4 de altura.

Respecto a la relevancia del descubrimiento, Alexander Vargas, paleontólogo de la Universidad de Chile, aseguró que es de «suma importancia» pues se trataría de una capa con alta concentración de huesos, lo que se denomina «bonebed» o «cama de huesos».

«Este tipo de hallazgos, con alta concentración de huesos, es inédito en el país. Todavía se deben seguir las investigaciones de campo para establecer la extensión y concentración de fósiles in situ», precisó.

Los hadrosaurios han sido frecuentemente encontrados en el hemisferio norte, sin embargo, hay registro de un diente de esta especie en Antártida.

El jefe de la investigación, Marcelo Leppe, doctor y paleobotánico del Instituto Antártico Chileno, destacó que lo interesante es que se encontraron dinosaurios in situ, lo que «nos entrega una tremenda información del contexto donde vivieron».

Leppe destacó como otro hito importante el hallazgo de las primeras hojas de Nothofagus de la era de los dinosaurios, que tienen por lo menos 66 millones de años y que estaban bajo los huesos.

Los Nothofagus (familia Nothofagaceae Kuprian) comprenden 10 especies en Chile, y dominan el paisaje boscoso del sur de Sudamérica, siendo conocidos comúnmente como robles, coihues, lengas, ñirres, raulíes, ruiles y hualos.

«Nunca se habían encontrado hojas de esta especie antes de los 50 millones de años, ni menos en la misma época en que estuvieron presentes en Antártica (80 millones de años)», afirmó Leppe.

Añadió que esta información será clave para comprender la historia natural del sur de Chile y la Antártida, masas terrestres que estuvieron unidas permitiendo la distribución de las especies de un lugar para otro, durante la Era del Mesozoico, época en la cual gobernaban los dinosaurios.

«Nuestra hipótesis es que Nothofagus llegó desde Antártica a Chile agresivamente dominando el paisaje natural hasta el presente», aseguró Leppe.

Los descubrimientos se realizaron en febrero pasado por un equipo de 11 investigadores y fueron dados a conocer el viernes por la Fundación Imagen de Chile.

Previamente, en 2011, se identificó el lugar gracias a imágenes satelitales y al trabajo realizado por el paleobotánico japonés Harufumi Nishida. Luego, efectuaron dos campañas al área para encontrar los sedimentos que dan cuenta del Cretácico Terrestre.