La IV Conferencia Antipandillas, en la que participan más de 250 delegados de Centroamérica, México, Puerto Rico y Estados Unidos, para intercambiar información sobre la implicación de estos grupos en el crimen organizado internacional, se inauguró ayer en El Salvador.
Con el título «Intercambio de Información, nuestro reto», la conferencia fue inaugurada por el ministro de Seguridad Pública y Justicia, René Figueroa, en la costa del departamento de Sonsonate, a unos 120 km al suroeste de la capital.
Tras asegurar que las pandillas son «un monstruo», Figueroa dijo que para afrontar ese flagelo «como policía debemos ir mejorando nuestros planes de acción».
Por su parte, el subdirector de Operaciones de la Policía Nacional Civil (PNC) de El Salvador, José Luís Tobar, lamentó que las peligrosas pandillas Mara Salvatrucha (MS) y La Mara 18 (M-18) tengan hasta su propia página en Internet.
Tobar se pronunció por «investigaciones en conjunto» que les ayuden a establecer la relación entre pandillas.
En la convención se estudiará además la evolución de las pandillas y su participación en el crimen organizado internacional.
El embajador de Estados Unidos en San Salvador, Charles Glazer, quien estuvo presente en el acto inaugural, hizo un llamado a la Asamblea Legislativa de El Salvador l para que ratifique la «Ley de Extinción de Dominio» para expropiar los bienes producto de actividades ilícitas de pandilleros y del crimen organizado.
Por su parte el ministro Figueroa, consideró que para el control de las pandillas se precisan «las intervenciones» de las comunicaciones telefónicas y de internet.
Las convenciones antipandillas se realizan desde 2005 en El Salvador, un país seriamente afectado por este fenómeno, que fue degenerando en crimen organizado.
En México y los países del denominado Triángulo Norte (Guatemala, El Salvador y Honduras) operan entre 90 mil y 100 mil miembros de estos grupos, en su mayoría integrados por jóvenes marginados, muchos de ellos deportados de Estados Unidos, según proyecciones oficiales.