Condimentos vitales


La existencia se convierte en una hermosa experiencia cuando la dedicamos al servicio desinteresado.

César Guzmán
cesarguzman@yahoo.com

El maravilloso don de la vida se ensucia cuando caemos en las garras del vicio y la maldad.

¡Dichosos los que siempre realizan aquello de lo que nunca tendrán que avergonzarse!

Una existencia dedicada a la bondad, vale más que mil vidas hundidas en el egoí­smo y la maldad.

No podremos apreciar la esencia gloriosa de la vida, si vivimos encerrados siempre en nuestro egoí­smo.

Con esfuerzo y buena voluntad, haremos de nuestra vida un oasis de amor y felicidad para los demás.

El dedicar nuestra existencia a practicar el bien, es el mejor homenaje que le damos a Dios.