Benjamín Salvador Noriega Berduo fue condenado a 13 años de prisión por los delitos de violación con agravación de la pena y aborto sin consentimiento, por el Tribunal de Alto Impacto de Quetzaltenango.
Según los hechos, en noviembre de 2004, el procesado llegó a la casa de su ex conviviente, en donde se encontraba sola su hija de 13 años. En esa oportunidad la engañó para ingresar a la casa y con un cuchillo la amenazó de muerte y luego abusó sexualmente de ella.
Posteriormente el sindicado volvió a violar a su hija en dos hechos distintos que se registraron en marzo y julio de 2005, en la misma residencia, en donde la amenazaba con darle muerte si lo denunciaba.
Como producto de las violaciones la menor de edad quedó embarazada, por lo que en octubre de 2005 el padre violador penetró a la residencia en donde se encontraba su hija, sabiendo que se encontraba embarazada la golpeó hasta que la hizo abortar.