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La sentencia, dada a conocer anoche en Cedar Rapids, y está basada en la declaración de culpabilidad del ex supervisor arrestado pocas semanas después de la masiva redada que agentes del Servicio de Inmigración y Aduanas realizaron en ese establecimiento el 12 de mayo del 2008.
Como consecuencia de ese operativo, 389 personas, la mayoría de Guatemala y de México, quedaron a disposición de las autoridades federales.
Posteriores investigaciones determinaron que Guerrero Espinoza y otros empleados jerárquicos del frigorífico conocían la situación migratoria irregular de esos trabajadores y hasta hubo empleados (pero no Guerrero Espinoza) que solicitaban dinero para emitir documentos de identidad falsos.
Gracias a un acuerdo con la fiscalía, Guerrero Espinoza aceptó su culpabilidad en un solo caso de conspirar para contratar a inmigrantes ilegales y un caso de ayudar a la contratar a esos inmigrantes.
Corey Rubenstein, abogado defensor de Guerrero Espinoza, dijo a la prensa local tras la sentencia que a su cliente se le contará como parte de la condena los casi nueve meses que pasó detenido, ya que estuvo en una cárcel federal desde el día de su arresto el 3 de julio del 2008.
La orden de arresto revela que Guerrero Espinoza informó a un grupo de trabajadores indocumentados que necesitaban nuevos documentos para seguir trabajando en el frigorífico.
El mismo documento sostiene que Guerrero Espinoza aparentemente solicitó que cada indocumentado trajese una fotografía y le pagase a entre 200 a 220 dólares para recibir a cambio tarjetas falsas de extranjero residente.