Condenado por genocidio


Celebración. Organizaciones civiles de Argentina celebraron la decisión de la justicia, de condenar a Von Wernich por genocidio. (AFP / La Hora)

La Justicia argentina condenó este martes al ex capellán policial Christian Von Wernich a prisión perpetua por crí­menes de lesa humanidad perpetrados durante la dictadura (1976-1983), en la primera sentencia por genocidio contra un sacerdote en América latina.


Von Wernich, de 69 años, fue hallado culpable de siete homicidios, 31 casos de torturas y 42 secuestros, según el fallo de un tribunal civil en la ciudad de La Plata, 60 km al sur de Buenos Aires, donde hubo millares de ví­ctimas sobre unos 30.000 desaparecidos en todo el paí­s, según organismos humanitarios.

La reacción inmediata de la Iglesia Católica, culto mayoritario en el paí­s, fue declararse conmovida por el dolor ante «la participación de un sacerdote en delitos graví­simos».

«Creemos que los pasos que la Justicia da en el esclarecimiento de estos hechos deben servir para renovar los esfuerzos de todos los ciudadanos en el camino de la reconciliación y son un llamado a alejarnos tanto de la impunidad como del odio y el rencor», dijo la cúpula eclesiástica.

En un documento firmado por el cardenal primado, Jorge Bergoglio, se dijo que «si algún miembro de la Iglesia (…) hubiera avalado con su recomendación o complicidad la represión violenta, habrí­a actuado bajo su responsabilidad, errando o pecando gravemente contra Dios, la humanidad y su conciencia».

«Â¡Se hizo Justicia! Es un dí­a histórico que nunca pensamos las Madres de Plaza de Mayo que ibamos a vivir. ¡Es algo muy fuerte!», dijo Tati Almeyda, una de las lí­deres de la organización humanitaria de los pañuelos blancos, mientras sollozaba de alegrí­a en las escalinatas del edificio de los tribunales.

El sacerdote escuchó el fallo con semblante imperturbable y bajó la vista en el momento de la lectura de la sentencia, luego de haber declarado en su defensa que eran demoní­acos los testigos del caso, sobrevivientes de los campos clandestinos de exterminio.

Eduardo Luis Duhalde, secretario de Estado de Derechos Humanos del Gobierno del presidente Néstor Kirchner, dijo que «ahora pensamos que se debe seguir con la condena contra todos los culpables de la represión ilegal».

Centenares de manifestantes de organismos de derechos humanos y partidos polí­ticos estallaron de inmediato en festejos al escuchar la sentencia del tribunal, con cánticos y arrojando petardos, además de quemar un muñeco que representaba la figura del cura.

«El testigo falso es el demonio, porque está preñado de malicia», acusó el sacerdote católico, con la mirada fija en los miembros del Tribunal y un semblante imperturbable en la última audiencia.

Von Wernich se comparó en su alegato con Jesucristo al decir que el iniciador del cristianismo «tuvo un juicio apoyado por el pueblo que pidió que sea crucificado, pero resucitó».

El ex capellán agregó que Jesús, al resucitar, «dijo que tengan paz» y que «perdonen los pecados», otorgándole a los sacerdotes autoridad para perdonar.

El ex capellán escuchó la audiencia sentado detrás de un vidrio y protegido por un chaleco antibalas.