Una nave espacial comercial concluyó hoy su visita de cinco días a la estación espacial internacional en órbita. El astronauta de la NASA Michael Hopkins usó el brazo robot de la estación en órbita para desacoplar la nave comercial, Cygnus, a la que le cargaron los desechos y que estallará mañana al precipitarse sobre la atmósfera sobre el Océano Pacífico.
La firma Orbital Sciences Corp. lanzó la cápsula el mes pasado desde Virginia mediante un contrato con la NASA por 1.900 millones de dólares. La Cygnus llevó a la estación orbital 1.360 kilogramos (3 mil libras) de provisiones, incluso regalos navideños atrasados para los seis tripulantes y cientos de hormigas para un experimento estudiantil.
Las hormigas serán devueltas a Tierra a bordo de otra nave de carga de la empresa, el SpaceX Dragon. SpaceX -Space Exploration Technologies Corp., con sede en el sur de California- lanzará el Dragon desde Cabo Cañaveral el 16 de marzo con más suministros.
La NASA paga a Orbital Sciences y SpaceX para mantener abastecida la estación espacial. Rusia, Japón y Europa también enviarán provisiones. El SpaceX Dragon es la única nave capaz de regresar con carga, ahora que los trasbordadores de la NASA han sido retirados. La cápsula rusa Soyuz tiene lugar para tres astronautas y una carga reducida.
Unas pocas empresas estadounidenses, incluso SpaceX, trabajan para desarrollar naves que puedan llevar tripulantes. Mientras tanto, la NASA debe seguir comprando pasajes en la Soyuz para sus astronautas. La NASA calcula que recién en el 2017 podrá enviar astronautas al espacio desde territorio estadounidense.