Concierto Dibujado en el IGA


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En el marco del XII Festival Internacional de Jazz en Guatemala, mañana, a las 20:00 horas, en el Teatro Dick Smith del IGA (Ruta 1 4-05 zona 4), se presenta el espectáculo musical “Concierto Dibujado”, con el cuarteto conformado por Rodolphe Burger, Erik Truffaz, Julien Perraudeau y Alberto Malo, acompañados de los dibujos realizados en vivo por Berberian y Dupuy. Admisión: Q100.

POR REDACCIÓN LA HORA
lahora@lahora.com.gt

El dúo de dibujantes Dupuy y Berberian (Gran Premio de la ciudad de Angoulême en 2008), ilustra simultáneamente y en directo, un concierto de Rodolphe Burger. El dispositivo técnico establecido permite fusionar en una sola imagen los experimentos gráficos respectivos. La proyección revela la génesis de un dibujo a cuatro manos, dialogando sin cesar con la música de Rodolphe Burger.

Por un lado, la música distinguida y la escritura aguda de Rodolphe Burger; por el otro, el imaginario saltimbanqui y no menos exigente de Dupuy y Berberian… Ellos tres comparten algo que podría muy bien asemejarse a una cierta elegancia rockera.

EL CUARTETO

Rodolphe Burger (guitarra y canto): Que sea al seno de Kat Onoma, grupo con el que tuvo muy bellos momentos discográficos entre 1986 y 2004, en solitario o en los diferentes proyectos que emprende en discos o sobre el escenario, Rodolphe Burger es un artista en movimiento. Guitarrista, compositor y cantante, pero además productor, lleva al sonido los proyectos más aventureros de Alain Bashung, de Françoise Hardy, de Jacques Higelin o de Jeanne Balibar. Ha hecho numerosas colaboraciones con Yves Dormoy, James Blood Ulmer, David Thomas,Ben Sidran, Erik Marchand o Erik Truffaz. Este artista emérito crea puentes entre estilos musicales, pero también entre disciplinas, música, cine, teatro, e ilustración como recientemente con los dibujantes Dupuy & Berberian. Es el fundador del festival “Es en el Valle” (C’est dans la Vallée) que festeja este año su 10º aniversario.

Julien Perraudeau (bajo y teclado): Julien Perraudeau forma parte del trío Diving with Andy y participa en los proyectos de Rodolphe Burger desde hace ya dos años. Así mismo, participó en la grabación del último álbum de Jacques Higelin, Flechazo (Coup de Foudre).

Alberto Malo (batería): Luego de estudiar en el Instituto Musical de Los Ángeles, Alberto Malo actúa sobre el escenario y/o en el estudio junto a artistas como Tricky, Principles of Geometry, Poni Hoax, Jacques Higelin, Erik Truffaz, Tété,Sophie Hunger, Mocky, Taylor Savvy, Ben Sidran, Joakim & the Ectoplasmics, Diving with Andy, Malcolm Graff, Marcello Giuliani, Yaya Ouattara Duba Dew, Skin, Nya, Léo Tardin Grandpianoramax.

Erik Truffaz (trompeta): A los 8 años, Erik Truffaz descubre el placer del escenario al lado de su padre saxofonista. A los 14, añade electricidad a su trompeta y compra un pedal whawha. Pasa horas ensayando con amigos en un sótano sombrío y promisorio. Obtiene el premio del jurado en el concurso de la Defensa de la Ciudad de Paris en 1993 y en 1996 firma con el sello discográfico Blue Note.Entre 1996 y 2008, doce álbumes aparecerán bajo ese famoso sello, de los cuales cuatro fueron compuestos y realizados con Truffaz Quartet (Marcello Giuliani, Patrick Muller, Marc Erbetta), The dawn, Bending new corners, The walk of the giant turtle, Arckhangenlsk, teniendo como invitados sucesivos al poeta rapero Nya,los cantantes Ed Harcourt y Christophe.En 2001, crea el Ladyland Quartet con Michel Bénita, Manu Codija, Philippe Garcia y el cantante Mounir Troudi. En 2006, compone une obra para la Orquesta nacional de Lille con la que tocará como solista. Por otra parte, colabora regularmente con Pierre Henry, padre de la música electroacústica. 2008 es un año fértil ya que estrenan tres álbumes: Benares, grabado en Calcuta, Paris, en dúo con Sly Jonson, y México,resultado de un ping-pong sonoro entre Murcof y él mismo.

DIBUJOS

Dupuy & Berberian: En 1983, tras haber realizado algunas páginas de cómics por separado, Philippe Dupuy y Charles Berberian se encontraron. Sus firmas se vuelven, en aquel momento, algo indisociable, tanto en el dibujo como en el escenario. En 1984, ambos integran la revista Fluide Glacial en la que publican El Diario de Henriette (Le Journal d’Henriette). Su primer álbum, Pequeño Pintor (Petit Peintre), fue publicado en 1985, pero es en 1990 que dan nacimiento al Señor Jean (Monsieur Jean), la serie que los hará conocidos ante un vasto público. El cuarto tomo de la serie obtiene el Premio al Mejor Álbum en el Festival de Angoulême en el año 2000. En 1994, las ediciones L’Association publican El diario de un álbum (Le journal d’un album), una de sus más grandes obras, relato autobiográfico en el que sus respectivas contribuciones son disociadas por primera vez. Con Boboland (ediciones Fluide Glacial, 2008 y 2009), forman un retrato mordaz de nuestra época, dividida entre el materialismo cínico y el idealismo exaltado. De sus viajes a Nueva York, Barcelona, Tánger, Lisboa, Estambul, Dupuy y Berberian traen numerosas libretas de dibujos. Estos fueron publicados por las ediciones Cornelius.

Desde hace numerosos años, mantienen una fructuosa carrera de dibujantes-ilustradores tanto en la prensa como en la publicidad. Agregan su firman numerosos carteles de cine y, durante algunos años, conciben y realizan las campañas de comunicación de la tienda Nicolas. En Japón, prestan sus grafismos a JTB, una de las más importantes agencias de viajes del país. En Estados Unidos, colaboran regularmente con la revista literaria The New Yorker. De manera paralela a la realización de sus obras, Philippe Dupuy y Charles Berberian exploran otras vías gráficas y narrativas, multiplicando las experiencias eclécticas : La escapada (L’échappée) – instalación realizada por el Centro de Arte y Cultura de La Ferme du Buisson en 2009 –, Imposible (Impossible) – revista de imágenes auto editada con Joseph Ghosn –, Conciertos dibujados con Rodolphe Burger (Concerts dessinés avec Rodolphe Burger) – Fundación Cartier, Escena Nacional de Sète en 2009 –. En 2008, obtienen el Gran Premio de la Ciudad de Angoulême.

Por un lado, la música distinguida y la escritura aguda de Rodolphe Burger; por el otro, el imaginario saltimbanqui y no menos exigente de Dupuy y Berberian… Ellos tres comparten algo que podría muy bien asemejarse a una cierta elegancia rockera.