Hace unos días recibimos atenta nota del señor Embajador de Israel, licenciado Eliahu López, en la que expresa su agradecimiento respecto de un artículo que fue publicado en este espacio del diario La Hora, en relación con las graves amenazas de los árabes contra el pequeño gran Estado hebreo.
Los conceptos vertidos por el representante diplomático de Israel los consideramos muy corteses, muy cordiales.
Los personajes de la diplomacia se caracterizan por sus actuaciones de buena relación en los países ante cuyos gobiernos son acreditados.
Nosotros, a propósito de lo que escribimos como elementos de la prensa nacional, estimamos pertinente hacer notar que siempre procedemos con objetividad, dando al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios, y debemos agregar que cuando externamos nuestras opiniones –que entrañan valor, no simple precio– lo hacemos por convicción, no por mera conveniencia. Es más, no esperamos ni deseamos, siquiera, reconocimiento alguno; empero, una correspondencia como la que hemos mencionado en líneas precedentes, además de recibirla con complacencia, nos estimula para no apartarnos de la justicia, con la ética propia de la profesión periodística.
A continuación, reproducimos lo conducente de la nota que nos envió el Embajador del próspero país del Oriente Medio, amante de la paz y de la cooperación con todas las naciones del mundo, incluida, eventualmente, la hostil comunidad palestina.
Dice así lo conducente de la nota de referencia: Guatemala, 7 de Junio de 2011 – Columnista diario La Hora – Por este medio quiero agradecerle la excelente opinión que usted escribió y publicó el diario La Hora, en su edición del pasado lunes 6 de junio de 2011, en la página 14, titulado: “Israel vive eternamente hostilizado por los árabesâ€. Quiero expresarle, además, que usted, a través de este artículo, muestra sus vastos conocimientos sobre el Oriente Medio e Israel y, a la vez, que ha investigado, documentado y actualizado convenientemente sobre el tema, por lo que me permito felicitarlo porque trata con profesionalismo y conocimiento de causa sobre lo que ocurre en aquella región del globo y cómo ésta afecta al mundo entero. Aprovecho la oportunidad para desearle muchos éxitos más en su noble labor de orientar a la opinión pública, como lo ha escrito también en anteriores ocasiones, para dar a conocer los hechos de la política mundial que Usted aborda con la verdad y la objetividad de lo que realmente está ocurriendo en Tierra Santa. Con un cordial Shalom. Eliahu. López, Embajador de Israel.
Israel, según lo que leemos en la Biblia, es el Hijo privilegiado de Yahvé, Dios, y, por lo tanto, tiene toda su protección. Indudablemente, siendo así, surgió como Estado libre, soberano e independiente en 1948, por decisión mayoritaria de los países miembros de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
El pequeño gigante, valga decirlo, inmediatamente después de su fundación, rápidamente tuvo y sigue teniendo una explosiva superación integral, tanto es así que, en lo militar, especialmente, ha llegado a ser considerado invencible, lo cual se ha comprobado siempre en el terreno de las rusientes realidades.
No conocemos Israel, pero desde su creación, en especial, nos hemos informado, a través de los diversos medios de comunicación, acerca de la admirable y envidiable evolución que ha tenido en todos los aspectos de su existencia en el concierto de las naciones del mundo que son respetuosas de los legítimos derechos del Estado israelí.
Ya es hora, aunque sea en plena tarde, de que los árabes comprendan que Israel merece respeto como Estado y que si los palestinos quieren constituirse también estatalmente, que lo hagan pacíficamente con el consenso de los demás países representados en la ONU. Entonces y sólo entonces, podrá haber verdadera paz duradera en la convulsa región.