Conceptualizando el Trastorno Afectivo Bipolar


Se llama Trastorno Afectivo Bipolar a una enfermedad psiquiátrica que se expresa con episodios depresivos en los cuales se intercalan fases de exaltación del estado de ánimo, maní­a; la cual se caracteriza por aumento de la actividad motora, irritabilidad, falta de concentración.

Dra. Ana Cristina Morales Modenesi
crismodenesi@gmail.com

Pensamiento muy rápido de tal modo que se siente como que existiera una fuga de ideas, la persona cambia de un tópico a otro, dentro del contenido de estas ideas pueden existir las llamadas megalománicas en las cuales el pensamiento es grandioso (creyéndose o expresándose como un ser divino o todo poderoso). Su lenguaje verbal es rápido inagotable, y su expresión corporal siempre activa, mostrando alegrí­a, una alegrí­a que contagia a las demás personas.

Pero su capacidad de evaluación de situaciones riesgosas o consecuencias de sus conductas durante estos episodios es inadecuada, y su razonamiento tiende a deteriorarse. Durante estos momentos las personas compran y se endeudan de manera compulsiva; propiedades, ropa, accesorios, todo lo habido y por haber que pueda comprarse. Si alguien les detiene se enojan, se tornan hostiles e irritables, lo que los conlleva a deteriorar sus relaciones familiares e interpersonales.

Su vestuario y maquillaje, en el caso de las mujeres, se vuelve excéntrico, desmoderado. Durante la maní­a el aumento de la actividad psicomotriz suele ser un problema, ya que no duermen, no descansan y se mantienen en constante desgaste fí­sico que puede, incluso, conducir a problemas cardiovasculares.

Dentro de otras manifestaciones de riesgo se encuentran las conductas adictivas, a toda persona adicta debiera de examinársele por problemas de trastornos del estado de ánimo. Su conducta sexual suele ser imprudente, a veces promiscua. Al no contar con la posibilidad de medir las consecuencias de lo que hacen pueden tener accidentes de todo tipo. La fase mánica y la depresiva grave son indicaciones de hospitalización.

Existen variedades del Trastorno Afectivo Bipolar, la ocurrencia de cuadros mánicos no siempre es tan alarmante, y a veces su frecuencia no es tan alta.

En general existen antecedentes de familiares que han cursado con la misma enfermedad o han tenido otro trastorno psiquiátrico. Se considera fuertemente los causales genéticos. Sin embargo, como en todas las enfermedades los factores familiares, ambientales y personales también son importantes en su manifestación clí­nica.

Las personas con este tipo de enfermedad suelen ser bastante inteligentes, pertenecer a cualquier condición socioeconómica, aunque se ha descrito con mayor frecuencia en clases sociales altas.

Tanto la Depresión como la maní­a han de atenderse y a veces la formulación del diagnóstico de esta enfermedad no es tan fácil para los clí­nicos. Existe también la presentación de fases mixtas. Es decir, componentes de depresión y maní­a que se manifiestan de manera conjunta.

Desde un punto de vista psicológico se plantea que la maní­a constituye una defensa ante la depresión. Ya que lo que se observa por detrás de tanta alegrí­a y jolgorio en la mayor parte de ocasiones es una tristeza extrema, disfrazada de felicidad.

Lo más importante en el tratamiento de esta enfermedad es estabilizar a la persona, impedir conductas riesgosas (económicas, sociales, legales, adictivas, sexuales, interpersonales, etc.). Ayudarle a aceptar la enfermedad para poder manejar mejor la recurrencia de sí­ntomas, la toma de sus medicamentos y prevenir la aparición de nuevos episodios de cambios drásticos en su estado de ánimo. Cooperando así­, con el mantenimiento de una vida normal y productiva, en la cual la enfermedad no sea un impedimento para su desarrollo integral como ser humano y miembro de la sociedad.

El tratamiento psiquiátrico es el de elección, uso de medicamentos estabilizadores del estado de ánimo, entre otros. Psicoterapia dirigida hacia la persona, consejerí­a, apoyo o psicoterapia familiar si el caso lo amerita.