Se llama Trastorno Afectivo Bipolar a una enfermedad psiquiátrica que se expresa con episodios depresivos en los cuales se intercalan fases de exaltación del estado de ánimo, manía; la cual se caracteriza por aumento de la actividad motora, irritabilidad, falta de concentración.
crismodenesi@gmail.com
Pensamiento muy rápido de tal modo que se siente como que existiera una fuga de ideas, la persona cambia de un tópico a otro, dentro del contenido de estas ideas pueden existir las llamadas megalománicas en las cuales el pensamiento es grandioso (creyéndose o expresándose como un ser divino o todo poderoso). Su lenguaje verbal es rápido inagotable, y su expresión corporal siempre activa, mostrando alegría, una alegría que contagia a las demás personas.
Pero su capacidad de evaluación de situaciones riesgosas o consecuencias de sus conductas durante estos episodios es inadecuada, y su razonamiento tiende a deteriorarse. Durante estos momentos las personas compran y se endeudan de manera compulsiva; propiedades, ropa, accesorios, todo lo habido y por haber que pueda comprarse. Si alguien les detiene se enojan, se tornan hostiles e irritables, lo que los conlleva a deteriorar sus relaciones familiares e interpersonales.
Su vestuario y maquillaje, en el caso de las mujeres, se vuelve excéntrico, desmoderado. Durante la manía el aumento de la actividad psicomotriz suele ser un problema, ya que no duermen, no descansan y se mantienen en constante desgaste físico que puede, incluso, conducir a problemas cardiovasculares.
Dentro de otras manifestaciones de riesgo se encuentran las conductas adictivas, a toda persona adicta debiera de examinársele por problemas de trastornos del estado de ánimo. Su conducta sexual suele ser imprudente, a veces promiscua. Al no contar con la posibilidad de medir las consecuencias de lo que hacen pueden tener accidentes de todo tipo. La fase mánica y la depresiva grave son indicaciones de hospitalización.
Existen variedades del Trastorno Afectivo Bipolar, la ocurrencia de cuadros mánicos no siempre es tan alarmante, y a veces su frecuencia no es tan alta.
En general existen antecedentes de familiares que han cursado con la misma enfermedad o han tenido otro trastorno psiquiátrico. Se considera fuertemente los causales genéticos. Sin embargo, como en todas las enfermedades los factores familiares, ambientales y personales también son importantes en su manifestación clínica.
Las personas con este tipo de enfermedad suelen ser bastante inteligentes, pertenecer a cualquier condición socioeconómica, aunque se ha descrito con mayor frecuencia en clases sociales altas.
Tanto la Depresión como la manía han de atenderse y a veces la formulación del diagnóstico de esta enfermedad no es tan fácil para los clínicos. Existe también la presentación de fases mixtas. Es decir, componentes de depresión y manía que se manifiestan de manera conjunta.
Desde un punto de vista psicológico se plantea que la manía constituye una defensa ante la depresión. Ya que lo que se observa por detrás de tanta alegría y jolgorio en la mayor parte de ocasiones es una tristeza extrema, disfrazada de felicidad.
Lo más importante en el tratamiento de esta enfermedad es estabilizar a la persona, impedir conductas riesgosas (económicas, sociales, legales, adictivas, sexuales, interpersonales, etc.). Ayudarle a aceptar la enfermedad para poder manejar mejor la recurrencia de síntomas, la toma de sus medicamentos y prevenir la aparición de nuevos episodios de cambios drásticos en su estado de ánimo. Cooperando así, con el mantenimiento de una vida normal y productiva, en la cual la enfermedad no sea un impedimento para su desarrollo integral como ser humano y miembro de la sociedad.
El tratamiento psiquiátrico es el de elección, uso de medicamentos estabilizadores del estado de ánimo, entre otros. Psicoterapia dirigida hacia la persona, consejería, apoyo o psicoterapia familiar si el caso lo amerita.