Pese a la situación precaria e inestable de la mayorí­a de migrantes guatemaltecos en el extranjero, el papel del Consejo Nacional de Atención al Migrante de Guatemala (Conamigua) permanece estancado entre la burocracia estatal y la falta de voluntad polí­tica para entrar de lleno al problema de la migración irregular.

Eso lo reconocen hasta los mismos integrantes de Conamigua, quienes dicen estar conscientes de la necesidad de interceder polí­ticamente por los migrantes pero consideran que la falta de presupuesto y los trámites administrativos son un obstáculo para el cumplimiento de su deber.

Roberto Penedo, subsecretario ejecutivo del Consejo y el representante del Congreso ante esa instancia, Julio López Villatoro, coinciden en que el trabajo se debe redoblar los próximos meses si se quieren observar resultados positivos en el tema migratorio.

«Conamigua no ha reaccionado como debe de hacerlo, esperemos que esta situación cambie», sostiene Penedo. «Yo soy migrante también y me preocupa mucho».

Según el funcionario, diversas circunstancias relacionadas con el sistema administrativo son parte de las causas que retrasan los procesos para implementar los programas de atención y apoyo a los migrantes guatemaltecos en el exterior.

Esto sucede mientras que las deportaciones de migrantes guatemaltecos desde Estados Unidos y México continúan en incremento en el 2009, y la polí­tica exterior demanda el desarrollo de una estrategia de cabildeo para afrontar una virtual reforma migratoria estadounidense.

CIFRAS

Para Villatoro, la falta de presupuesto fue un impedimento para ejecutar los proyectos previstos en el primer semestre de este año, ya que según fuentes oficiales, el primer aporte económico de la Cancillerí­a para Conamigua se concretó hasta el 18 de junio último.

El legislador asegura que varios proyectos para mejorar la atención legal en los consulados, además de otros programas educativos, de salud e informativos se frenaron debido a la falta de fondos.

«La falta de presupuesto es algo que nos ha aniquilado», dice el subsecretario de Conamigua.

Al respecto, el vicecanciller Miguel íngel Ibarra refiere que los aportes para el Consejo se concretarán este año, a fin de cumplir con la asignación de más de Q4 millones prevista en el presupuesto vigente.

Según Ibarra, las transferencias económicas para el funcionamiento de Conamigua continuarán en las próximas semanas, a fin de conseguir una mejor ejecución de proyectos en lo que resta del año.

MíS QUE PRESUPUESTO

De acuerdo con Mauro Verzeletti, de la Pastoral de Movilidad Humana, la falta de acción en Conamigua obedece más que al reducido presupuesto o a los obstáculos administrativos de la instancia.

«No observamos ningún cambio que favorezca a los migrantes desde la creación de Conamigua; la situación sigue empeorando para los guatemaltecos que intentan llegar a Estados Unidos», apunta el activista.

Desde la Pastoral, Verzeletti comenta que la falta de voluntad polí­tica para entrar de lleno al problema de la migración irregular es la principal causa para que el papel de Conamigua continúe en las sombras.

«Esperarí­amos que Conamigua ya tenga una estrategia para enfrentar la reforma migratoria, en donde la discusión sobre la protección de los derechos humanos de los migrantes es fundamental», comenta el activista.

DEBILIDAD

La falta de diálogo con algunas organizaciones de migrantes es otra de las causas que frena el trabajo de Conamigua. Un ejemplo de la debilidad en el diálogo es la falta de consenso en Los íngeles para elegir a los representantes del Consejo Asesor.

Luego de dos intentos fallidos para elegir representantes, Julio Villaseñor, uno de los aspirantes a ocupar el cargo, refiere que persiste una falta de entendimiento entre Conamigua y los migrantes.

«La situación es complicada», reconoce el vicecanciller Ibarra, al tiempo que anuncia una campaña de sensibilización y divulgación en Los íngeles, para que en una fecha posterior al 15 de septiembre se puedan elegir a los representantes.