Creo que por unanimidad los guatemaltecos podríamos calificar al 2008 como un año digno de olvidar. La violencia desenfrenada que azota a nuestra sociedad y un mundo desarrollado que nos está exportando su crisis nos hacen dudar que este 2009 pueda ser mejor. Sin embargo, debemos tener fe en lo que podemos hacer, creo que estos podrían ser tiempos para demostrarnos que podemos ser capaces de sortear los más grandes desafíos, la gran lección podría ser la importancia de trabajar unidos, pues esta situación redunda en un mejor caldo de cultivo para la creatividad. No cabe duda que la crisis internacional nos va a poner a prueba como país y sociedad, y lo que corresponde es que enfrentemos juntos las dificultades, pues de esta manera aunque venga el temporal, podremos superarlo con menos costos y quizá hasta tomar el camino hacia el desarrollo. En el entendido de llegar a comprender oportunamente la necesidad de reformar el sistema político nacional.
Referente a la crisis, lo que más me preocupa es el desempleo y la inflación, ya que el empleo está íntimamente relacionado a la actividad económica y en este punto considero que el gobierno tendrá que ver cómo hace para reorientar la actividad económica hacia el empleo. La mentalidad habrá que abrirla un poco más, pues en estos momentos de crisis resulta imprudente limitarnos a pensar que sólo el sector privado puede ser fuente de empleo. Costa Rica y Perú lo están demostrando ya, este año empezarán a ejecutar un plan estratégico de obras de infraestructura consistente en carreteras, hospitales y vivienda a nivel nacional. Esto que leí me recuerda al «New Deal» llevado a cabo por Franklin Roosevelt entre 1933 y 1937, estrategia que resultó muy oportuna y funcional para reducir los efectos de la gran depresión económica de aquellos tiempos. Y si algo necesitamos en Guatemala es eso, infraestructura. Ojalá también privara en este campo la honradez.
En relación al tema del incremento del costo de vida considero que la óptica de las autoridades de la banca central está correcta, pues si su objetivo es controlar la inflación, mantener la estabilidad en el tipo de cambio ayudará a nuestra sociedad, sobretodo cuando algunos analistas vaticinan que materias primas claves como el petróleo este 2009 podrían repuntar. Interpretar que la inversión en infraestructura pueda causar inflación, me parecen declaraciones oficiosas y sobretodo políticas. Aquí lo importante es salir adelante y dejar a un lado la antipatía o simpatía que podamos sentir por el gobierno actual. El panorama también hay que verlo con más amplitud, pues si bien existen algunos que dicen que hay pocos elementos para el optimismo, mal haríamos dejarnos llevar por el pesimismo, pues esa no es la mejor manera de enfrentar este ciclo, ya que tampoco debemos olvidar que el hecho de haber diversificado e incrementado las exportaciones de productos y perdón, también de personas, nos tiene mejor posicionados que en décadas anteriores. Además, hoy en día Guatemala tiene más de 4,000 millones de dólares en reservas monetarias que en momentos de emergencia se podrían utilizar. No hay que olvidar que la estabilidad macroeconómica resulta ser fundamental, pues si necesitaran parte de esas reservas y por aspectos políticos se prescindieran de ellas, entonces que caso tiene tenerlas. Por supuesto que la gran interrogante resulta ser si estamos preparados para manejar honrada y transparentemente estos recursos, ya que en río revuelto ganancia de pescadores. De ahí la lástima de haber incumplido la promesa de campaña de instituir el Consejo Nacional contra la Corrupción. Sin embargo, estos son tiempos para adoptar una actitud positiva y ponerle buena cara a la realidad, de hecho yo le doy gracias a Dios por haber salud en mi hogar y por seguirme dando entusiasmo e ilusiones para seguir de pie en esta vida. Mis mejores deseos para todos en este 2009.