«í‰dgar Estuardo Cetino Garnica. Responsable en la actualidad de las unidades militares del PGT-izquierda. 10-10-84. Aproximadamente a las 10:15 horas, en la Avenida La Castellana y 39 calle de la zona 8, a inmediaciones de la Torre de Guatel, se supone que venía o iba a algún contacto debido a la papelería que llevaba. Al detectar la Mitsubishi quiso ponerse a salvo, pero fue detenido por tres impactos: dos en la espalda y uno en la nuca, llevándolo al Hospital Militar, para su recuperación. Estando en observación. Ojalá no se pele».
usacconsultapopular@gmail.com
Es lo último que supimos de mi tío. Así se lee en la página 50 del Diario Militar, hecho público en mayo de 1999 y en el que figura dentro de las 174 personas que aparecen en este documento que incluye las fotografías de cada uno, víctimas de desaparición forzada, tortura y ejecución extrajudicial, delitos cometidos por miembros del ejército nacional, entre 1983 y 1985.
Sin embargo, él era mucho más que las descripciones de este hecho salvaje. En aquel entonces, con 22 años, estudiaba en la Facultad de Derecho de la Universidad de San Carlos de Guatemala, jugaba futbol y convivía con su madre y hermanos.
Su único delito, ser comunista y asumir el compromiso de su momento histórico: Después del derrocamiento de Jacobo Arbenz Guzmán en 1954, Guatemala sufre las consecuencias de las prácticas adoptadas por la dictadura militar. La tierra arrasada, desapariciones forzadas y represión contra los grupos estudiantiles, sindicales, campesinos y obreros organizados. Sumado a esto, el servilismo de los gobiernos hacia el cumplimiento de la agenda comercial de los Estados Unidos, empresarios, latifundistas, y los grupos que detentan el poder económico.
A 24 años de su desaparición y la de miles de guatemaltecos y guatemaltecas, queda demostrada la inoperancia del Estado y la impunidad que promueve al no investigar y sancionar efectivamente a los responsables de las prácticas bestiales documentadas por los propios órganos estatales. No ha realizado diligencias sustantivas para localizar los restos de nuestros familiares.
Y aún los gobiernos serviles existen, la represión, como en San Juan Sacatepéquez, se mantiene, aún el CACIF dicta el futuro de los menos, de los marginados y excluidos, aún…
Mas aún florece en la nueva juventud el valor de seguir con la lucha heredada, con los fusiles cargados de ideas, de amor y solidaridad. Estamos frente al espacio que nos crearon, con la plena convicción de su transformación, para conmemorar y reivindicar una vez más la memoria de aquellos y aquellas que ofrendaron su vida por la construcción de la nueva primavera.
El próximo 30 de junio, recordamos a nuestros Héroes y Mártires. Para ellos y ellas esta columna.