La discoteca Help, postal de una «era caliente» de la sensual ciudad brasileña de Rio de Janeiro y conocida internacionalmente por la prostitución tolerada, tiene sus días contados y prepara su despedida para dar lugar a un museo público.
El acta de defunción de Help firmada por el gobernador de Rio, Sergio Cabral, aprobó que en ese espacio, frente a la playa de Copacabana (zona sur), se construya desde inicios de 2010 el nuevo Museo de la Imagen y Sonido (MIS).
Sobre la acera empedrada en la agitada avenida Atlántica aún transitan mujeres de edades y atractivos diversos, enfundadas en cortos vestidos, ajustados pantalones, brillos, tacos altos y plataformas a la caza de numerosos «gringos» (como se llama en Brasil a los extranjeros).
Algunas se apostan mirando hacia las mesas del bar Terraí§o, lateral a Help, a la espera de ser invitadas por parroquianos; otras llegan sonrientes, se presentan con dos besos y se sientan junto a un potencial cliente. Las que no concretan la transacción fuera, pagan entrada a la disco para probar suerte.
Mariana, de 26 años, pasa con andar decidido luciendo una ajustada minifalda, botas vaqueras y blusa escotada abierta en su espalda dejando ver una libélula tatuada.
A primera vista no parece «garota de programa» (prostituta) sino una joven sexy con cara de estudiante en busca de diversión. Y lo es, pues según declaró, estudia medicina en una universidad.
«Me gustaría que no cierre Help. Aquí es más seguro que en la calle y se conoce gente interesante. Además, me ayuda a pagar mis estudios. Ahora no sé donde iremos, habrá que inventar algo», dijo.
La fecha de cierre fue diferida varias veces y ante reclamos de los funcionarios de la discoteca, postergada para el 2 de enero de 2010.
Unos 150 trabajadores de Help habían pedido este mes ante el Legislativo de Rio posponer el cierre hasta el Carnaval, en febrero, para usufructuar el pico de la temporada alta.