La hospitalización de Demi Moore ayer convirtió a la actriz en la noticia del día. Pero ha conseguido sorprender más aún cuando se ha sabido que la sustancia de la que abusó fue gas de la risa (óxido nitroso).
El cansancio acumulado y su extrema delgadez le provocaron un ataque epiléptico e hizo que perdiera el conocimiento.
La fiesta que organizó Demi anoche prometía ser divertida. El plan incluía gas de la risa, pero fue el ingrediente que causó la llamada a emergencias.
La actriz perdió el conocimiento y, aunque trataron de reanimarla durante media hora, los servicios sanitarios vieron obligatoria su hospitalización.
La representante de la actriz publicó un comunicado hoy que explicaba la situación de la actriz: «Debido a las tensiones de su vida en este momento, Demi ha elegido buscar ayuda profesional para tratar su agotamiento y mejorar su salud en general».
Si su extrema delgadez ya había provocado que saltaran las alarmas en sus últimas apariciones, los cuidados que está recibiendo la actriz confirman que su estado de salud era grave.
Así, los médicos que la atendieron decidieron tratarla también por anorexia.