Con baba de nopal


El muro perimetral de un ex convento del siglo XVII ubicado al sur de la Ciudad de México está siendo restaurado con una mezcla cuyo componente principal es la baba del tí­pico nopal azteca (un tipo de cactácea), informó el lunes el Instituto Nacional de Antropologí­a (INAH).


«La savia del nopal permite detener la pulverización de los materiales de construcción y los endurece; con la aplicación de un lí­quido consolidante hecho a base de baba de nopal especialistas del INAH llevan a cabo la restauración de las hornacinas» del ex convento de Churubusco, detalló la dependencia en un comunicado.

Las hornacinas son los huecos hechos en los muros del inmueble donde se colocaban imágenes o esculturas religiosas.

La restauración «ha comprendido la inyección dos veces al dí­a de dicha solución en las partes que estaban a punto de colapsarse, lo cual ha permitido detener la pulverización de los materiales de construcción», añadió el INAH.

El uso de la savia del nopal para la conservación de inmuebles se lleva a cabo después de «una larga investigación de los elementos fí­sicos y quí­micos» de la cactácea.

«Se logró determinar que este lí­quido viscoso compacta la estructura interna de los muros y les devuelve su endurecimiento, aspectos necesarios para dar paso a las tareas de restauración», concluyó el comunicado.