Comunicación y Seguridad Ciudadana


El analista Mario Mérida considera que la Ley Marco del Sistema Nacional de Seguridad, recién aprobada por el Congreso de la República es el primer paso para recuperar la capacidad del Estado en esta materia.

Mario A. Mérida G.

Centro de Estudios Estratégicos y de Seguridad para Centroamérica (CEESC)

¿Qué hará el gobierno para que la población aprecie que la Ley Marco del Sistema Nacional de Seguridad, es el primer paso para recuperar la capacidad del Estado de proveer la seguridad y la paz interior? En los próximos tres años deberán convencernos que en la próxima campaña electoral ya no habrán promesas alrededor de la seguridad, tampoco volveremos a escuchar de planes de seguridad por Semana Santa, del dí­a de la Madre o Navidad, porque ya funciona el andamiaje para asegurar el cumplimiento de una de las tareas básicas del Estado guatemalteco… la seguridad; que debe apoyarse en una buena estrategia de comunicación, sin mayor desarrollo en este primer trimestre a decir del Presidente.


La seguridad es cuestión de percepción humana y generalmente se forma por las notas periodí­sticas que difunden los medios de comunicación, multiplicada por el ciudadano que le agrega su juicio de valor y lo comparte en la casa, el trabajo, las reuniones sociales, deportivas, etcétera y finalmente los grupos con intereses polí­ticos, que maquilan esa percepción para generar pánico. Hay varias versiones que tratan de explicar ese efecto como algo no intencionado, sino como el resultado de la ineficiencia estatal «mientras en los organismos de seguridad y justicia existan funcionarios mediocres habrá noticia», decí­a un viejo reportero.

Sin embargo, lo que realmente mueve la nota periodí­stica, es la competencia entre los medios por servir de manera eficiente a su público objetivo, unos de manera responsable y veraz, otros más preocupados en la rapidez de difundir la noticia. Es esta última circunstancia la que da lugar a noticias sustentadas generalmente en versiones primarias o a conjeturas sobre hechos no confirmados totalmente. Independientemente de las explicaciones que puedan existir al respecto, lo cierto es que los medios cumplen una función: informar, esa es su razón de ser. La cuestión para quienes hacen gobierno en cualquier área, es preguntarse ¿Cómo aprovechar el poder de los medios, en la consolidación de sus polí­ticas?

Una primera opción es centrarse en la prevención. El ciudadano necesita información de primera mano para tomar decisiones que mejoren su seguridad, para esto es necesario diseñar una polí­tica de comunicación, con indicadores perfectamente definidos. Un buen ejemplo es la labor que realizan algunos medios audiovisuales, informando sobre el estado del tránsito, reduciendo de esta manera los embotellamientos y reduciendo la posibilidad de accidentes viales, es tal el volumen de información que prácticamente van guiando a los conductores, sin verlos fí­sicamente, la televisión también hace su aporte, pero no con la inmediatez de la radio.

Si la policí­a mantiene un mapa de violencia, puede situar retenes y prevenir al ciudadano -a la vez que disuade al criminal- de que a lo largo de su recorrido, cerca de su vivienda, lugar de trabajo, colegio de sus hijos, etcétera hay presencia de la autoridad para protegerlo o para recibir información acerca de hechos anómalos que le ayuden a mejorar la seguridad.

Otra propuesta es enviar a personal entrenado a los lugares en donde ocurren acciones delictivas, para que informe con propiedad a los medios que asisten en búsqueda de información, para reducir la posibilidad de que los bomberos, testigos presenciales o los que llegan después de sucedido el hecho den sus versiones particulares, esto también ayudará a la labor del Ministerio Público, porque evitará que el fiscal y su equipo se distraigan atendiendo a los medios, en lugar de proteger y recoger evidencias en el lugar del incidente que les permitan orientar la investigación.

Una última proposición es la convocatoria a conferencias de prensa de manera periódica, por quienes tienen a su cargo la polí­tica de seguridad ciudadana, para informar y dar respuestas coherentes a las interrogantes que surjan de los reporteros, por supuesto que para eso, es necesario tener a mano estadí­sticas, gráficas, mapas de situación e informes precisos que sustenten los logros obtenidos, sin dejar de aprovechar la oportunidad para hacer recomendaciones de cómo proceder ante determinadas circunstancias, reiterar los números telefónicos de emergencia, solicitar la cooperación ciudadana y ofrecer apoyo para implementar sistemas de información ciudadana, por mencionar algunas recomendaciones. Esta propuesta es parte de una estrategia denominada: «Crimen Prevention Throug Environmental Design» (CPTED), aplicada en otros paí­ses, la cual orienta su esfuerzo en el entorno situacional. Esta centra su esfuerzo en tres aspectos: 1. La localización del espacio donde se dan los delitos o victimización, 2. La ubicación del área donde se manifiesta la percepción del temor y 3. La localización de la zona en el cual se percibe desorden social. (Andreas Hein).

Los medios pueden ser buenos aliados en el combate al crimen y en la consolidación de estrategias de prevención. Por ejemplo muchos guatemaltecos quisiéramos conocer los resultados del Plan Cuadrante, implementado hace más de un mes. ¿Funcionó?, si es así­ qué hay que hacer para que se implemente en mi barrio, colonia o zona, y si no qué van hacer.