Compatriotas


í“scar Armando Ruano Padilla

Como consecuencia de la descomposición social, polí­tico-económica imperante en el seno de nuestra sociedad, la casta de polí­ticos que nos gobiernan, pretenden sorprender a los guatemaltecos, bajo los principios de LA LEY DE MATUS «DEJAR HACER, DEJAR PASAR» buscando su reelección o bien ser electos en el Congreso, máxime aquellos que manejaron FONDOS PíšBLICOS para poder gozar de antejuicio en el futuro, ojalá que previamente la Contralorí­a General de la Nación, cumpla con su mandato constitucional y ley orgánica, previamente a otorgarles su FINIQUITO, proceda hacer un verdadero ARQUEO de los fondos públicos que estos manejaron juntamente con la O M I y P N U D, so-pretexto de transparentar los ingresos y egresos del Estado.

Todas y todos necesitamos tener un mejor futuro, para que nuestras nuevas generaciones puedan vivir bajo un régimen de democracia representativa, y no simplemente agacharnos como el AVESTRUZ, no permitiendo que con el VOTO lleguen los MOLUSCOS, y VUELVAN A TENER EL PODER DEL ESTADO, y así­ evitar que no tengamos que volver a sufrir las consecuencias de una nueva convulsión social, que sí­ será peor que el conflicto armado interno, ya que el HAMBRE Y LA MISERIA no tienen ideologí­a mucho menos BANDERA POLíTICA para luchar por su subsistencia.

La ambición desmedida de los polí­ticos tradicionales, que han hecho su MODUS VIVENDI de la polí­tica y los manjares que produce la misma, les pone en entredicho por su actuar frente ala historia que ya los juzgó, porque quienes en la llanura cuestionaban a los sectores oligarcas y grupos oscurantistas, hoy pretenden comer en el mismo plato del amo, lo cual no es más, que la propia desnaturalización de su incipiente CONCIENCIA DE CLASE.

El temor de perder el PODER de quienes nos gobiernan, permite que éstos utilicen cualquier medio para ostentar continuar explotando el mismo, sin importarles encontrar soluciones a corto o mediano plazo de los problemas que atraviesan los guatemaltecos por lo que no debemos equivocarnos al elegir quienes nos gobernarán en el futuro, porque ya basta de falsas promesas, que sólo han servido para publicidad gratuita que manejan los FALSOS LíDERES que en forma ególatra se autonombran ser los representantes del pueblo.

De todas y todos depende el futuro de trece millones y medio de guatemaltecos, no permitiendo que los mismos gobiernen al paí­s, necesitamos mujeres y hombres probos que lo hagan con su actuar polí­tico. «SE LES PREGUNTARí, SOBRE LO QUE HICIERON, CUANDO LA PATRIA SE APAGABA LENTAMENTE, COMO UNA HOGUERA DULCE Y SOLA (OTTO RENí‰ CASTILLO).