Compatriotas


í“scar Armando Ruano Padilla

Después de diez años de incumplimiento de los Acuerdos de Paz por parte del Estado y 52 años de irrupción al proceso democrático, vale resaltar como acotamiento histórico, el discurso del senador ALEXANDER WILLEY, del comité del Senado de los Estados Unidos de Norteamérica «YO SIEMPRE HE SENTIDO QUE DEBEMOS AYUDAR A NUESTROS AMIGOS GUATEMALTECOS A CONVERTIR AL PAíS, COMO UN MODELO PARA EL HEMISFERIO DEBEMOS DE TRATAR DE CONVERTIRLO EN UNA VITRINA SI FUERE NECESARIO, DE ESA MANERA PODRíAMOS DEMOSTRAR LA SUPERIORIDAD DEL SISTEMA DE VIDA LIBRE, FRENTE AL Rí‰GIMEN COMUNISTA, QUE NO TRABAJí“ A GUATEMALA, MíS QUE MISERIA, ESCLAVITUD Y BANCARROTA», «pero después del derrocamiento del Gobierno de Soldado del Pueblo y más de tres décadas del conflicto interno, será que no somos el modelo que se impuso para el hemisferio, en donde si prevalece la extrema pobreza, corrupción y bancarrota, por la imposición del supuesto sistema de vida libre.

La falta de organización de todas y todos los guatemaltecos, ha permitido que una casta de polí­ticos mestizos e indí­genas, mediaticen el proceso de democratización del Estado, quienes se autonombran ser representantes del pueblo a través del fraccionamiento de los sectores de la oligarquí­a y de los grupos que se autonombran ser de izquierda, prevaleciendo únicamente el interés personal de ostentar el poder, sin tener un programa de gobierno, que se anteponga al neoliberalismo económico y sus polí­ticas mercantilistas, la corrupción, narcotráfico, violencia institucionalizada, BANCARROTA, extrema pobreza y violación constante a los derechos individuales de los guatemaltecos, como la educación, salud, trabajo, vivienda, seguridad y demás beneficios sociales de que deben gozar los seres racionales.

En las montañas, caserí­os, aldeas, pueblos, cabeceras municipales y departamentales, en las áreas urbanas y en los cinturones de miseria, urge que todas y todos se unan, para poder tener representatividad en la vida polí­tica del paí­s, para poder elegir a sus verdaderas autoridades municipales y del gobierno central, no debe corresponder a una élite tal derecho de autonombrarse ser representante del pueblo, existen mujeres y hombres probos en nuestra sociedad, que pueden sacarnos de la crisis económica, polí­tica y social, en que actualmente vivimos, reivindicando nuestra soberaní­a nacional, y respeto de los derechos humanos, «ya que sólo el pueblo salva al pueblo» y mientras exista pueblo, habrá esperanza de revolución».

Guatemaltecas y guatemaltecos, la unidad de todos sin distinción de raza, credo polí­tico o religioso, nos permitirá vivir con dignidad y romper el esclavismo polí­tico-económico impuesto por el capital transnacional, en la expoliación de una falsa DEMOCRACIA REPRESENTATIVA, en que se irrespeta la vida de todos y los que viven en el extranjero, que hoy son expatriados como delincuentes comunes, por ser explotados en el gran imperio, por ganar un salario de miseria en Dí“LARES, ojalá que algún dí­a la historia se revierta y rescatemos nuestras riquezas naturales, que son explotadas por ese mismo imperio, que nos ha obligado a subsistir bajo su propio modelo económico; nuestra lucha debe ser pací­fica, racional, de unidad nacional, y con el voto consciente y no de rechazo a quienes hoy nos gobiernan, para no volver a cometer el mismo error de las elecciones del 2002 ya que en el 2007, sí­ deben gobernar verdaderos representantes del pueblo y no de una élite, igual o peor que la que hoy nos gobierna.

CONTINUARí.