Recientemente una pariente regresó de una estadía de varios meses en Singapur y me contó una serie de experiencias y datos acerca de la vida en ese país de corta vida como Estado, pues apenas llega a los cuarenta y cuatro años de ser independiente. Dice que el tamaño de la isla de Singapur cabe 150 veces en el territorio de Guatemala y, por consiguiente, no tiene tierra para producir ningún producto de consumo popular. La tecnología moderna es utilizada para el beneficio de toda la población y en especial en el transporte colectivo para evitar el uso del carro en la ciudad. No se permite la importación de un automóvil usado con más de tres años de uso y un carro nuevo tiene un precio extremadamente caro para desmotivar su compra. No es necesario tenerlo si cuentan con un excelente transporte colectivo. La ciudad, dice, es muy ordenada y limpia y todos los ciudadanos son responsables de mantenerla así. Ninguna persona pone un pie en la grama de su vecino y si, sin percatarse de que lo hace, lo pone, de inmediato hay un reclamo cortés para que no lo repita.
Singapur está libre de la venta y consumo de drogas ilícitas y mi pariente me contó la siguiente anécdota: Un muchacho de Australia, de una familia prominente, llegó al aeropuerto de Singapur y al pasar los controles de seguridad, le encontraron que llevaba droga en su equipaje. De inmediato lo llevaron a la Policía y se comunicaron con el papá del muchacho. El papá, asustado, pidió perdón, admitió que el muchacho había cometido un error y pidió que lo mandaran de vuelta y que él corregiría a su hijo. La Policía le contestó que sí, que lo enviarían de vuelta. Al regresar a Australia, el joven hijo de la familia prominente, estaba en un ataúd. El castigo a la posesión de drogas, es la muerte, sin excepción. Por eso dicen, están libres de este flagelo. Hay una CONSECUENCIA a la acción delictiva. Sin embargo, para ir a un «PROM», una fiesta colegial, los jóvenes pueden tomar todo el alcohol que desean y no hay restricción a la relación sexual.
Como dije anteriormente, Singapur no produce nada propio; sin embargo, es un centro financiero importante y por eso, probablemente, se ha creado lo que se conoce mundialmente ahora, como el «Singapore Math». Es una forma de enseñar matemática que toma en cuenta todos los aspectos del alumno (whole child) en relación a la matemática en el contexto de una situación real para ser pensada y trabajada mediante un proceso para llegar a una solución real. Eso evita que el alumno aprenda a ser únicamente operador de números y fórmulas sin sentido. El horario de clases es desde temprano en la mañana hasta las seis de la tarde. A las tres de la tarde, inician las actividades extra escolares, tales como deporte, música, arte, etc. En un colegio con más de cinco mil estudiantes, hay tres cafeterías y tres gimnasios para basquetbol, bajo techo formal. Dentro del programa académico y del deportivo, está la obligación anual de viajar, conocer y competir con otro país.
Recientemente y desde hace varios meses, en varios medios comunicativos, han hablado de los sistemas escolares de Singapur, Suecia y Finlandia y han tratado de compararlos con el sistema guatemalteco por los resultados obtenidos en la aplicación de los exámenes estandarizados que se dan una vez al año. Nuestros resultados son pobres. Por qué siempre tratan de compararnos con otros países. Digo que no podemos ni debemos compararnos con ellos porque no tenemos las mismas condiciones que ellos y porque no somos ni singapurenses, ni suecos ni finlandeses.
Tanto Dina Fernández (2-9-09) como César García (22-9-09) en sus columnas, marcan la diferencia al decir «Los maestros finlandeses son los mejores del mundo…» «?crear un sistema que privilegia la formación, la calidad de docencia y el reconocimiento a los buenos maestros?con el liderazgo efectivo?» Finlandia atribuye su éxito a una inversión intensiva en la educación docente. Todos los maestros reciben tres años de preparación de alta calidad a nivel de postgrado, más una revisión constante del currículo y del sistema de evaluación. La mayor parte de maestros posee una Maestría en su área de enseñanza y en educación en general. Suecia igualmente invierte en post-grados para sus maestros y Singapur por el estilo. Nuestra preparación de docentes está aún a nivel de secundaria. Hace unos cuarenta años tanto Finlandia como Suecia han cambiado un sistema de medición nacional, centralizado, a un sistema más local, utilizando múltiples formas de evaluar. Esas condiciones no las dicen cuando tratan de hacer comparaciones. De todos modos, las comparaciones, no son comparables. www.rayeduca.info