La polémica generada por una foto de Michelle Obama -considerada ofensiva y de mal gusto- que aparece en los primeros lugares cuando se hace una búsqueda en Google de las imágenes de la Primera Dama de Estados Unidos, despierta la curiosidad de cómo un sitio logra esa posición prominente en el buscador.
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Se supone que los resultados de las búsquedas en internet aparecen en el orden de relevancia que tienen a la consulta del usuario.
Cada motor de búsqueda tiene sus propias fórmulas matemáticas o algoritmos que calculan y evalúan esa relevancia.
Las fórmulas exactas que aplica Google son casi un secreto de Estado, sin embargo, la compañía cibernética insiste en que no hay intervención humana en el proceso.
En esencia los resultados de una búsqueda reflejan la popularidad de los sitios que aparecen tras la consulta del usuario.
Jerarquización
Una de las características más importantes del sistema de Google es un proceso automatizado conocido como Pagerank, una especie de jerarquización de páginas.
El sistema otorga puntajes a cada resultado de búsqueda. Los resultados que tengan el puntaje más alto aparecen de primero.
Aparentemente, los puntajes dependen en parte del número de veces que otras páginas se vinculan al resultado.
Los vínculos de sitios muy visitados reciben un puntaje más alto que otros sitios menos populares.
En este caso en particular, Google argumenta que la imagen ofensiva de Michelle Obama ocupa un lugar prominente en el buscador simplemente porque muchas personas la han seleccionado visitando el sitio original que la publica.
Entre más visitan el sitio y pulsan sobre la foto más jerarquía ganan.
Google emitió una especie de disculpa por la colocación privilegiada de la imagen y una explicación del fenómeno, pero rehúsa sacar la foto de la lista de resultados de búsqueda.
Sin embargo, es posible que haya habido algún tipo de intevención humana después de todo. Tras la polémica, la foto aparece ahora en un sito menos prominente.