¿Cómo saborear las clases?


La escuela nos presenta un nutritivo y sabroso banquete de sabidurí­a; todos pueden sentarse a disfrutarlo, pero sólo quien sabe combinar sus diferentes platillos, encuentra plena satisfacción.


Hay materias que son como las verduras: su aspecto no es muy llamativo, ni su sabor es el más exquisito, pero casi siempre resultan ser las más provechosas y recompensantes.

Otros cursos son como apetitosos platos; a casi todos les gustan y son fáciles de digerir. Estos deben consumirse con tacto, pues se corre el riesgo de que por exceso, después no se quieran ni ver.

Y hay clases que son como los postres: complementan a las demás y dejan un sabor dulce y duradero; por eso disfruta tus clases y ¡buen provecho!

A QUIEN LE GUSTA EL ESTUDIO, EL í‰XITO LE ESPERA.