Una joven pareja de enamorados prefirió la muerte que vivir separados por la incomprensión de sus padres y decidió quitarse la vida ingiriendo veneno, informó la policía ayer.
La pareja, Mario Fernández, de 22 años, y una adolescente de 17, no aceptó la noticia de la separación cuando la madre de ella, que no aprobaba la relación, anunció que irían a vivir lejos de Caaguazú, la ciudad natal de ambos, distante a 200 km al este de la capital.
Los jóvenes decidieron que su destino era estar juntos, y que si no se podía en la tierra, lo harían «en el más allá».
Se encerraron en la pieza de Mario este martes y tomaron el veneno que los sumió en un profundo sueño del que no pensaron despertar.
Providencialmente sin embargo, un familiar los encontró a tiempo y fueron trasladados al hospital donde se debaten entre la vida y la muerte, según reportaron informes radiales de prensa ayer.
El joven, cuyo estado es más delicado, fue derivado al Hospital de Emergencias Médicas de Asunción.