Como los problemas no se resuelven por sí solos y prácticamente ya transcurrió la mitad del actual gobierno sin que se vaya a resolver en los dos años que restan la crisis que afecta al mundo, incluyendo Guatemala, el Presidente, el Ministro de Finanzas y los 158 diputados que integran el Organismo Legislativo no deben continuar dudando que los problemas graves que el país tiene no se reducirán si no más bien aumentarán a no ser que se eleve la carga tributaria.
jfrlguate@yahoo.com
México y España están en este momento aumentando su carga impositiva y si bien Alemania no desea aumentarla, comparemos cuáles son los impuestos que en esos países se pagan, encontraremos que los alemanes tributan alrededor del 50% de carga impositiva, si no pregúntenle al embajador de esa país acreditado aquí, después publiquen lo que diga y encuesten si la cúpula empresarial y Cacif están de acuerdo con pagar impuestos igual que en Europa. Por esa carga tributaria existente es que esos países pueden, a pesar de sus problemas, dar donaciones, ayudas y asesoría a naciones como la nuestra.
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Si la carga tributaria de Guatemala fuera igual a la de Chile, si el pago de impuestos se cumpliera como se cumple en ese país, yo sería de los guatemaltecos que no me molestaría pagar el IVA porque no tendría que pedir factura en ninguna compra, porque sabría que ningún empresario se apropiaría del impuesto, que todos -de conformidad a nuestra capacidad personal y económica- estaríamos pagando una carga tributaria suficiente para que hubiera seguridad ciudadana, educación, salud y seguridad social eficiente, que nos cubriera a todos. También gozaríamos de infraestructura adecuada a nivel nacional: puertos, autopistas, hidroeléctricas; y, a nivel municipal: calles, parques, agua, drenajes, etc.
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En otras palabras, podría decir con toda tranquilidad que estaría viviendo en un país latinoamericano estable y progresista, aunque mi residencia estuviera «en Puchuncaví», frase que usan los chilenos para decir que no les pueden tomar el pelo.
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Presidente, de la misma manera que se ha logrado un acuerdo político para elegir junta directiva en el Congreso, para discutir y aprobar seis leyes, la primera prioridad para lo que resta de este año y de su mandato, es el aumentar la carga tributaria. Para que no le interpongan todos los recursos legales que históricamente -durante los últimos 30 años- ha interpuesto la supercúpula económica, a través de CACIF y sus reconocidos abogados, prohíba las acciones al portador y establezca el impuesto al pago de dividendos. Esta es una iniciativa de ley simple, clara, precisa, directa.
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A los partidos políticos, especialmente a los que están en oposición, les señalo que tarde o temprano pueden ser el Gobierno de la República y tendrán exactamente las mismas necesidades, retos y problemas; comprobarán que la única solución que nuestra patria tiene para resolver los problemas existentes es la elevación de la carga tributaria, el aumento de impuestos directos, la fiscalización para que los impuestos los pague todo al que legalmente le corresponde hacerlo.
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No existe otro remedio o manera para que el Estado cumpla con sus obligaciones, si existiera ya habría algún país que lo hubiera aplicado. «El que quiere celeste que le cueste».