Adicionalmente manifestó no desear profundizar sobre el tema del análisis que el Ministerio de Finanzas hace para modificar el Impuesto Sobre la Renta y el Impuesto de Solidaridad. Agregó que los impuestos serán directos y que podrí­a eliminarse las acciones al portador para evitar el lavado de dinero y tener la transparencia de forma cuantitativa de quienes son los dueños de las empresas.

 

La reacción a sus declaraciones no se hizo esperar, el presidente de CACIF, Jorge Montenegro, declaró que la concertación es un mecanismo, que hay que apostar al crecimiento de la economí­a. Preguntémosle qué nuevo quiso decir con eso, preguntémosle a CACIF, a las cámaras y asociaciones que la integran y a todos los que se agregan cuando el tema les conviene, cuál es su planteamiento concreto para que el Estado pueda resolver la desnutrición, la inseguridad, la mala salud, la precaria educación, etc. Impresionante serí­a que salieran en un campo pagado y dieran soluciones garantizadas.

 

Jorge Briz, el polí­tico que volvió a ser presidente de la Cámara de Comercio, de nuevo repite: «Hay que promover la inversión y transparencia en el gasto público». De acuerdo, porqué no lo hizo cuando fue ministro o es que como diablo predica…, no aplica?, ni se convierte. Ejemplo de «inversión y transparencia», el Banco Empresarial que cofundó.

 

Javier Zepeda, presidente de la Cámara de Industria, más astuto, hábilmente dijo: «Que se clarifique el gasto, que Cohesión Social no funcione sin reglas claras y no nos oponemos». Si esto es lo que él requiere, todos estamos de acuerdo en saber dónde se gasta, cómo se gasta, pero que haya lo suficientes recursos para enfrentar, afrontar y resolver los urgentes problemas sociales y económicos nacionales.

 

Los analistas que se manifestaron no aportaron nada nuevo. Cuando Hugo Maúl dice: «Que todos los impuestos van al consumidor», eso depende; precisamente por esa razón, es correcto que el Presidente concretamente diga que los impuestos deben ser directos porque los impuestos indirectos, sin duda alguna, igual que un tsunami, le llegan al consumidor, corregidos y aumentados.

 

Hay algo en lo que estoy en desacuerdo con el Presidente, con el Gobierno actual. Considero que el impuesto que debe ponerse en vigor y no los mencionados, es el Impuesto al pago de dividendos, acreditación a cuenta de los mismos por las utilidades causadas y repartidas. Este gravamen afectarí­a sólo a aquellos que son accionistas, que no reinvierten sino retiran los beneficios del dinero, del capital que han colocado en actividades productivas. Es un impuesto similar al que se aplica a quien tiene una inversión en un banco, un depósito a plazo fijo, el mismo está vigente en Europa, norte y sur América y por consiguiente lo pagan los guatemaltecos que tienen inversiones o acciones en esos paí­ses. Si lo pagan ahí­, mayor razón para que también lo paguen en su propio paí­s y así­ contribuyan a la solución de los graves problemas mencionados.

Continuará.