El museo Guggenheim de Nueva York concluyó la celebración de su 50 aniversario invitando a 200 artistas de todo el mundo a imaginar cómo llenar el espacio de su famosa arquitectura en espiral.
Los sorprendentes resultados, bajo la forma de proyectos, se reunieron en una muestra: «Contemplando el vacío: intervenciones en el Museo Guggenheim» que se inauguró el viernes en el edificio diseñado por Frank Lloyd Wright.
Entre los artistas que desplegaron su imaginación para responder al desafío figuran Anish Kapoor y Alice Aycock, diseñadores como Fernando y Humberto Campana, y los arquitectos del grupo Bjarke Ingels.
Las propuestas varían desde cuadros elaborados a esbozos imaginados o proyectos arquitectónicos precisos, todos expuestos en la famosa rotonda cilíndrica que da a Central Park sobre la Quinta avenida.
Saunders Architecture, de Noruega, propuso una impresión digital que muestra al propio Frank Llyod Wright descansando en medio de un bosque en plena rotonda.
Otros sugirieron llenar el espacio con música.
El cubano Carlos Garaicoa propuso colgar todos los instrumentos de una orquesta filarmónica y poner el sonido de los músicos cuando están afinando.
En un trabajo denominado «Preludio», Kris Martin, nacido en Bélgica, sugiere el juego infantil del «teléfono descompuesto». La gente se pondría en fila alrededor de la espiral y susurraría a su vecino una frase que originalmente sería de una autobiografía de Frank Lloyd Wright.
«Al final, la frase de FLW llegaría transformada hasta la última persona en el piso superior», explica Martin.
Algunas de las propuestas sorprendieron aún más todavía. Pipilotti Rist, de Suiza, propone instalar «un enorme clítoris reproducido en la escala de 450:1.»
Según las instrucciones de Rist, «el clítoris estaría erguido desde su vestíbulo vulvar y sostenido por los labios menores, en el patio central de la rotonda».
La escultura propuesta mediría 27 metros y «se movería suavemente».
Igualmente sorprendente, pero por otras razones, sería la propuesta «Macchiato», sugerida por la Oficina de Arquitectura Subversiva de Alemania, Austria y Gran Bretaña.
«El vacío sería llenado por completo con café», decidieron los artistas, y el aroma de los granos «estimularía los sentidos de los visitantes».
«La eliminación temporaria del vacío sería una experiencia poderosa que induciría al visitante a sentir la urgencia de percibir otra vez el vacío».
La muestra permanecerá abierta hasta el 28 de abril y las obras de arte se rematarán el 4 de marzo.