Hoy, a las 19:00 horas, en la Galería de Arte de la Alianza Francesa (5a. calle 10-55 zona 13), se dictará la conferencia «Â¿Cómo enseñar el arte contemporáneo?» por Gérard Saurin, artista y doctor en artes plásticas. La entrada al evento es libre.
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Esta conferencia enfocará una nueva problemática tanto de la enseñanza de las Artes Plásticas como de la Historia del Arte, en un concepto de acercamiento al arte contemporáneo, tomando pretexto de un homenaje a Van Gogh, realizado en los años 90 en Túnez, en el marco de un proyecto de cooperación entre Francia y Túnez con respecto a la renovación del sistema educativo.
El conferencista iniciará diferenciando dos conceptos importantes: el de la especificidad de una posible enseñanza actual de las artes plásticas, y el concepto de lo que representa en nuestra época el arte contemporáneo. A continuación, se transcribe parte de la teoría que Saurin desarrollará hoy en su conferencia.
Especificidad
El primer elemento fundamental es considerar que la enseñanza de la Artes Plásticas, como el de toda otra disciplina, tiene que desarrollarse con permanentes referencias al mundo que nos rodea; por ello, es de interés las producciones artísticas mundiales presentes, sin olvidar, por supuesto, las de los años o siglos anteriores.
El segundo sería explicar cómo se genera una creación plástica, cualquier sea su género. Crear no es un acto gratuito: es reflexión, es análisis, es elección (agregar, guardar, borrar). Es tomar posición respecto a las numerosas nociones artísticas que se refieren a nuestra disciplina: el color, el espacio, los soportes, las herramientas, las modalidades de representación, la museografía y presentación de las obras, las técnicas, los materiales, la composición, las temáticas o sujetos… y es invención, libertad, libro arbitrio? pero también aceptar, molestar, ir en contra de lo establecido, suscitar polémica, ser rechazado?por los bienes pensantes, los censores, los conservadores? Ser artista es ser capaz de presentar una visión singular, personal del mundo que nos rodea. Esta orientación presupone que el profesor sea capaz analizar varias obras o corrientes artísticas del pasado y del presente y suscitar un diálogo con sus estudiantes, tener una práctica personal o por lo menos ser apasionado…
El tercero es tomar en cuenta que esta materia es la única que no tiene libro, método preestablecido puesto a disposición del profesor, al contrario de las otras como Matemáticas, Historia, Geografía? El profesor tiene que inventar un curso a cada secuencia, tomando en cuenta la progresión o la organización de las diversas nociones a las cuales acabamos de referirnos así como el resultado de los ejercicios propuestos.
Por otra parte, tenemos que ser claros y conscientes: esta disciplina se enseña al revés de las demás. Un profesor de Matemáticas saldrá feliz, así como sus estudiantes quienes tendrán la misma nota máxima, si todas las respuestas son idénticas. Al revés, un profesor de artes plásticas tendrá que favorecer una respuesta diferente por parte de cada uno sus estudiantes, facilitando la emergencia y la identidad singular de cada uno de ellos. Un curso de artes plásticas que generaría respuestas idénticas representaría para mí el fracaso del dispositivo previsto.
Poner fin a la polémica anticuada estética entre las nociones o conceptos superados «lo lindo, lo bello» y «lo feo». Personalmente, he favorecido el rechazo de estos términos reductores (que han tenido sentido en la época en la cual las referencias eran los conceptos/reglas/cánones de lo bello) tomando en cuenta, utilizando varios ejemplos (¿cómo se define una mujer linda ? ¿una obra de arte linda ? ¿un auto lindo??) con los cuales nadie se pone de acuerdo? y que siguen ser muy subjetivas? prefiriendo las expresiones de «me gusta», «siento cierta emoción frente a tal o tal cosa», «me llama la atención», «entro mentalmente en eso»?(personalmente prefiero y «entro más» en «Las señoritas de Aviñón» de Picasso que en «La Gioconda» de Leonardo Da Vinci)
Quién no recuerda ciertas expresiones horrorosas, por parte de ciertos adultos, cuando su hijo rayaba cualquier hoja de papel con un lápiz, diciendo, a la vez de manera orgullosa pero también negativa y despreciativa «es un Picasso» ? o aún, visitando un museo o una exposición? quién no ha escuchado : «es cualquier cosa», «eso no es arte», «Â¡que feo¡», ¡no tiene sentido!», «Â¡se burla de nosotros», «no entiendo nada» ?. Juicios atestiguando más bien el malestar de no entender, la desestabilización frente a algo que cuestiona, el conservatismo ambiente? manera de protegerse de una cierta forma de ignorancia propia y de falta de curiosidad.
Para evacuar definitivamente estos juicios perentorios o gratuitos y muchas veces infundados que personalmente rechazo y en contra de los cuales siempre he luchado, aceptando sin embargo que tal cosa le guste o no al cualquier persona, que tenga emoción o no, que le llame la atención o que lo rechace, por razones que pueden ser políticas, filosóficas, psicológicas, religiosas o simplemente educativas? Quizás la mejor manera, refiriéndonos a lo artístico, para que por lo menos el público trate de entender lo que está viendo sería que el público escolar o estudiantil, futuro público ciudadano adulto de mañana, pueda ser confrontado o por lo menos sensibilizado, a la práctica misma y a la realidad de la creación artística.
Por fin, el objetivo de toda enseñanza es dar sentido a lo que se propone, a lo que uno hace, experimenta. Dar sentido a lo que uno enseña? para que él que reciba esta enseñanza le dé o encuentre sentido también a ésta. Las Artes Plásticas representan unas de las pocas disciplinas con las cuales cualquier persona puede confrontarse a si misma, al mundo que le rodea, al poder proponer su propia visión del mundo, al interrogar libremente los constituyentes mismos de la creación plástica.
Gérard Saurin
Conferencista