Un proyecto de ley de reforma migratoria que otorga un camino a la ciudadanía a millones de inmigrantes que viven en Estados Unidos de manera ilegal fue aprobado con un sólido voto bipartidista de senadores de la Comisión Judicial del Senado, luego de que los legisladores esquivaran una propuesta para garantizar derechos a las parejas de inmigrantes homosexuales.
WASHINGTON Agencia AP
El principal obstáculo para la aprobación en la Comisión el martes fue superado cuando a último momento Patrick Leahy, demócrata por Vermont, retiró una propuesta para garantizar los mismos derechos a las parejas homosexuales que a las heterosexuales, como el poder solicitar la residencia y ciudadanía de la pareja gay que no tiene estatus legal.
Trece senadores votaron a favor del proyecto de ley y cinco en contra. Así se despejó el camino para una votación, que tendrá ribetes épicos en el pleno del Senado, de una legislación que es una de las prioridades nacionales del presidente Barack Obama y que, a su vez, constituye una oportunidad para que el Partido Republicano se reinvente y se convierta en una opción electoral para las minorías.
Los diez demócratas de la Comisión votaron a favor del proyecto junto con los republicanos Lindsay Graham, de Carolina del Sur, Jeff Flake, de Arizona y Orrin Hatch, de Utah.
Los republicanos Chuck Grassley, de Iowa, Jeff Sessions, de Alabama, John Cornyn y Ted Cruz, de Texas, y Mike Lee, de Utah, votaron en contra.
«Ninguno de los miembros de la Comisión obtuvo todo lo que quería y yo tampoco, pero al final, todos le debemos al pueblo estadounidense traer el mejor resultado posible a la línea de meta», dijo el presidente Obama. «Exhorto al Senado a debatir este proyecto de ley bipartidista en el pleno lo antes posible y sigo esperanzado de que el proceso de enmiendas permitirá mayores mejoras».
La Comisión debatió 300 reformas al proyecto original y adoptó 141.
Una multitud de activistas pro reforma migratoria presentes en las barras del recinto del Senado aplaudieron emocionados cuando se aprobó la iniciativa legislativa y gritaron «sí se puede». Muchos lucían camisetas que indicaban el estado de donde provenían y hablaban español. El grupo de inmigrantes incluía niños.
Miguel Oaxaca, un comerciante mexicano de 46 años residente en Colorado, dijo a The Associated Press que presenciar la aprobación del proyecto de ley «fue un momento muy feliz» porque beneficiaría directamente a parientes y amigos suyos. «Llevamos muchos años peleando por esto».
Además de establecer un camino hacia la ciudadanía para los 11 millones de inmigrantes que viven en el país, el proyecto creó un nuevo programa de trabajadores extranjeros poco calificados y permitiría que más empleados altamente cualificados puedan entrar al país.
La iniciativa de ley condiciona la nacionalización de los inmigrantes a un reforzamiento de la seguridad fronteriza. Sólo podrán solicitarla quienes no tengan antecedentes judiciales, si pagan tarifas y multas por 2.000 dólares y si aceptan vivir en el país durante diez años con un estatus migratorio provisional que les permite trabajar y viajar al extranjero.
En un momento de suspenso, Leahy puso sobre la mesa la propuesta de otorgar los mismos derechos a las parejas homosexuales que esta ley migratoria otorgaría a las parejas heterosexuales.
Pero luego accedió a retirarla ante las advertencias de dos de los autores del proyecto de ley que, además, integran la Comisión Judicial —Lindsay Graham y Jeff Flake— de que no sólo no votarían en contra de esa iniciativa, sino que abandonarían una coalición bipartidista que formaron en enero para redactar la iniciativa de ley y rechazar cualquier reforma que atente contra su esencia.
«Yo no quiero ser el senador que va a pedir a la gente elegir entre el amor de su vida y el amor de su país», dijo Leahy mientras pidió la opinión de los otros senadores.
En respuesta, oyó un coro de súplicas de los partidarios del proyecto de ley, que también hacían eco a los pedidos de la Casa Blanca, de no forzar una votación que, advirtieron, propiciaría la pérdida del apoyo de los republicanos y el hundimiento de la ley.
Los dos demócratas autores del proyecto de ley en la Comisión, Chuck Schumer y Dick Durbin, solicitaron a Leahy no someter a votación la propuesta para no echar por la borda el esfuerzo migratorio.
«Creo en mi corazón que lo que estás haciendo es lo correcto y justo», dijo el senador Richard Durbin, de Illinois. «Pero creo que este es un mal momento, que es la ley equivocada (para plantear dicha propuesta)».
«Mi mayor decepción es que este proyecto de ley debería reconocer a todos los estadounidenses, y seguiré luchando para combatir la discriminación», dijo Leahy.
Graham le respondió que «tiene mi apoyo en inmigración, pero no en cuanto a los matrimonios del mismo sexo. No solamente no apoyo su enmienda, sino que rompería la coalición».
«No puedo apoyar esta enmienda si hunde el proyecto de ley», dijo Schumer, demócrata por Nueva York. «Soy un político y acepto las decisiones difíciles que hay que tomar y las imperfecciones de los acuerdos negociados».
El grupo de ocho senadores que redactaron el proyecto es integrado, además, por los republicanos John McCain, de Arizona, y Marco Rubio, de Florida, y los demócratas Michael Bennet, de Colorado, y Bob Menéndez, de Nueva Jersey.
El proyecto de ley fue aprobado tras debatir 300 enmiendas durante cinco sesiones.