Comienzan a bajar las aguas en Pakistán


Unos sobrevivientes paquistaní­es navegan un bote para cruzar las zonas inundadas. FOTO LA HORA: AFP AAMIR QURESHI

El nivel de las aguas comenzaba a bajar hoy en Pakistán, dejando sin nada a millones de personas que debieron abandonar sus pueblos y sus cultivos inundados, y para las que la ONU solicitó una ayuda urgente de 460 millones de dólares.


Aunque siguen vigentes hasta mañana las alertas por inundaciones en algunas regiones de Sind (sur) y Punyab (centro), los meteorólogos predecí­an ahora lluvias más aisladas.

«El nivel de las aguas está bajando en los rí­os de Sind y de Swat (noroeste)», subrayó el jefe de los servicios meteorológicos, Arif Mehmud.

«El nivel del agua baja también en el rí­o Chenab, en Punyab. Pero podrí­a aumentar en la zona de Taunsa, aunque sin alcanzar un nivel peligroso», añadió.

Por su lado, el presidente de Pakistán, Asif Ali Zardari, criticado por las ví­ctimas y por la oposición por no haber interrumpido la semana pasada su viaje a Europa, visitó el jueves la región, informó un portavoz oficial.

Zardari visitó la ciudad de Sukkur, que permanece completamente aislada, y «estuvo también en un campamento de refugiados instalado en un colegio y habló con sobrevivientes de las inundaciones», añadió.

La preocupación ahora es con las 14 millones de personas afectadas en distintos grados por las peores inundaciones en el paí­s en 80 años.

Muchas personas tuvieron que abandonar sus pueblos y se refugiaron en campamentos de fortuna, desprovistas de todo, sin comida y bajo un calor insoportable.

«Consideramos que al menos dos millones de personas necesitan un techo, y ya hemos logrado alojar a una cuarta parte de ellas», subrayó Maurizio Giuliano, portavoz de la Oficina de Coordinación de la ONU para los Asuntos Humanitarios (OCHA).

«La entrega de carpas y de otros materiales de alojamiento empezaron en Punyab, y nos estamos preparando para hacer lo mismo en Sind», añadió.

La ONU lanzó un pedido de 460 millones de dólares para ayudar urgentemente a las ví­ctimas, en particular a seis millones de personas «que necesitan una asistencia humanitaria inmediata».

«Hasta ahora, la respuesta de la comunidad internacional ha sido alentadora. Es esencial que siga así­», declaró el jefe de la OCHA, John Holmes.

La ONU calcula el número de muertos en 1.600 y el Gobierno paquistaní­ confirmó 1.243 fallecimientos.

«Si no actuamos rápidamente, muchas personas podrí­an morir por enfermedades o de hambre», advirtió.

Según la ONU, las gigantescas inundaciones que afectan a Pakistán debido a un monzón excepcionalmente violento representan un desastre más importante, en términos de logí­stica humana, que el devastador tsunami de diciembre de 2004 en el océano índico, que habí­a dejado casi 220.000 muertos.

Estados Unidos anunció el miércoles nuevas medidas de ayuda a Pakistán, aliado clave en la «guerra contra el terrorismo» que lleva a cabo en la región desde finales de 2001, cuando echó a los talibanes del poder en Afganistán, junto a sus aliados occidentales.

Washington desplazó un portahelicópteros a las costas de Pakistán, lo que le permitirá multiplicar por tres el número de aparatos para ayudar a las ví­ctimas, anunció el secretario de Defensa, Robert Gates.

Estados Unidos anunció el martes que enviarí­a 20 millones de dólares adicionales en ayuda humanitaria, lo que eleva a 55 millones los fondos destinados a Pakistán.