Un buque que trae a bordo 1.600 kilómetros de fibra óptica salió de Francia hacia Venezuela, desde donde comenzará la próxima semana la instalación del cable submarino para mejorar la conectividad de internet en Cuba.
El buque «íŽle de Batz» se dirigirá Camurí, en el norte de Venezuela desde donde comenzará a tenderse el cable, dijo una nota informativa de la Embajada Cubana en Francia publicado ayer por el periódico Granma.
El capitán de la nave, Pierre Emmanuel Dautry, explicó que la nave carga en sus bodegas más de 1.600 kilómetros de cable y dispone también de tecnología para su tendido, así como un robot submarino que facilitará el monitoreo de las operaciones de instalación, agregó el comunicado.
Se espera que la colocación de la fibra óptica multiplicará por 3.000 la capacidad de transmisión y recepción de la isla con todo el mundo, pues actualmente la nación caribeña debe depender de una conexión por satélite de escasa banda y muy costosa, lo que hace muy lento e inestable el servicio de internet.
Cuba denunció en reiteradas ocasiones que Estados Unidos impone sanciones que impiden a la isla unir sus redes a la de muchos cables que pasan por sus costas.
Washington impuso sanciones al gobierno cubano hace cinco décadas con el objetivo de presionar cambios en sus sistema político.
«El enlace permitirá romper el bloqueo sobre las comunicaciones, impuesto por Estados Unidos a Cuba, ampliar la integración entre las naciones de América Latina y el Caribe, así como también fortalecer las relaciones cubano-venezolanas», indicó la nota.
El oficialista portal de internet Cubadebate informó ayer que técnicos e infraestructura comenzaron a aprontarse en la playa de Siboney, a unos 900 kilómetros al este de la capital, donde desembarcará el cable procedente de Venezuela.
Según el portal, el tendido comenzará entre el 18 y 20 de enero y concluirá en la primera quincena de febrero.
El proyecto costará unos 63 millones de dólares y también permitirá conectarse a la vecina isla de Jamaica.