Dos millones de musulmanes congregados en La Meca comenzaron hoy por la mañana a llegar al valle de Mina para la peregrinación anual a los lugares santos del Islam, bajo un gran dispositivo de seguridad.
Vestidos de blanco, los peregrinos efectuaban a pie o en autobús los cinco kilómetros desde La Meca hacia el este, recreando el viaje del profeta Mahoma hace 1.400 años.
«Todo se desarrolla como estaba previsto», indicó el portavoz del ministerio del Interior, el general Mansur al Turki.
Las fuerzas de seguridad saudíes, desplegadas de forma masiva en los lugares santos del Islam, «tomaron todas las disposiciones posibles» para asegurar que el Hadj se desarrolle con normalidad, declaró ayer el ministro del Interior, el príncipe Nayef Ben Abdel Aziz.
Unas 350 personas murieron en una estampida durante el último Hadj, en enero de 2006.
El número exacto de peregrinos será conocido mañana, cuando los fieles llegarán a la cumbre del monte Arafat, precisó la fuente.