La muestra comercial más grande de Estados Unidos, la Feria Internacional de Electrónicos de Consumo (CES, por sus siglas en inglés), debería ser un gran foro para la presentación de productos nuevos y exitosos, pero se está convirtiendo rápidamente en una plataforma de lanzamiento de productos que fracasan.
El lunes, cuando comience el cónclave anual, los organizadores esperan que más de 140.000 personas acudan a Las Vegas. Se desplazarán por una superficie de 170.000 metros cuadrados (1,8 millón de pies cuadrados), llena de puestos y exposiciones. En ese terreno cabrían 31 canchas de fútbol.
Los cerca de 2.800 expositores esperan marcar tendencia para este año, al mostrar toneladas de computadoras tipo tableta, televisores con imágenes en tercera dimensión e innumerables laptops sumamente delgadas y ligeras, llamadas «ultrabooks».
Sin embargo, un vistazo a los productos más promovidos en la CES en años recientes da cuenta de pocos éxitos.
En 2009, las «netbooks», computadoras más pequeñas y baratas que una «notebook», fueron la categoría protagónica de la feria. Tuvieron un buen año, pero el interés por estos productos se había diluido ya cuando Apple Inc. redefinió el segmento de las tabletas con el lanzamiento de la iPad en 2010.
Otro gran lanzamiento, esperado con ansia en la CES de 2009, fue el software webOS de Palm Inc., en el que se basaría una nueva generación de teléfonos multiuso. Esos dispositivos debutaron a finales de ese año y recibieron comentarios favorables de los críticos, pero sus ventas fueron malas. Un año después, Palm fue vendida a Hewlett-packard Co., que eliminó esa línea de producto en 2011.
En 2010, los fabricantes de televisores se afanaron en producir modelos 3D, con la esperanza de aprovechar la popularidad de películas tridimensionales como «Avatar». Las ventas resultaron decepcionantes, luego que los consumidores no se mostraron muy interesados por colocarse gafas y encontraron poco contenido en tres dimensiones. La tecnología no ha desaparecido, pero la tercera dimensión parece sólo una función más entre muchas que incorporan los televisores más avanzados de hoy.
Otros fabricantes en aquella muestra confiaron en aprovechar el éxito del Kindle de Amazon.com Inc. para lanzar sus propios dispositivos lectores de libros electrónicos. Fracasaron, aunque Barnes & Noble Inc. logró cierto avance al final del año con su Nook. Esa rivalidad se desarrolló en foros ajenos a la CES.
En 2011, hubo más de 100 marcas de tabletas en exhibición y todas trataban de plantearle un desafío a la iPad. Muchas ni siquiera salieron al mercado y las que lo consiguieron no afectaron en un ápice la participación de mercado de Apple.
La tableta Kindle Fire de Amazon sí logró erosionar ligeramente la hegemonía de Apple a finales del año, pero ese producto no fue lanzado en la CES.
El operador de telefonía móvil Verizon Wireless llamó la atención en la feria de 2011 con los primeros dispositivos de consumo que usaban su red de datos «4G LTE», de banda ancha inalámbrica. Aunque esos productos tuvieron cierto éxito durante el año, el propio operador los eclipsó al anunciar, una semana después de la feria, que comenzaría a vender el iPhone.
Una buena parte de la «maldición» que se atribuye a esta feria reside en el hecho de que Apple, la empresa que ha marcado tendencias en la industria, no exhibe productos aquí. No tiene siquiera un puesto y sus ejecutivos no pronuncian discursos en la CES.
Apple no tiene presencia oficial en la feria desde la década de 1990, aunque algunos de sus empleados asisten.
No es que Apple tenga un motivo particular para desdeñar la CES. Lo hace con todas las ferias comerciales. Cuando tiene algo nuevo que vender, organiza sus propias conferencias de prensa, en las que puede controlar toda la situación.
Microsoft Corp. parece haber adoptado la misma estrategia. Reveló el mes pasado que la feria de 2012 sería la última en que su director general pronuncie el discurso inaugural. Ello pone fin a una racha de 15 años seguidos en que Microsoft se había encargado de ese discurso.
Es también la última vez que Microsoft tiene un puesto en la exposición.
En esta feria, Microsoft se topará con un problema. Una nueva versión de Windows no estará lista sino hasta finales de 2012. En su discurso previsto para el lunes por la noche, el director general Steve Ballmer podrá cuando mucho mostrar prototipos algo rudimentarios de los productos que funcionarán con Windows 8.
Entre los demás expositores abundan compañías carentes del poder o del dinero para atraer a la gente a sus propios actos, además de otras que lanzan novedades a un ritmo anual fiable, como los fabricantes de televisores y automóviles.
La Asociación de Electrónicos de Consumo ha organizado la feria desde 1967. Su presidente Gary Shapiro rechaza la idea de que la muestra esté perdiendo relevancia. «Casi cada innovación en el tema de los electrónicos de consumo en la historia de nuestra industria ha sido presentada en la CES», aseguró.
Entre los productos exitosos lanzados recientemente en la muestra, enumeró el horno «inteligente» Flex-Duo de Samsung, las tarjetas de memoria Eye-Fi que cargan fotos en forma inalámbrica, el servicio OnStar de General Motors y los televisores de LED.