Comicios presidenciales se celebran en Rusia


Un cartel gigante contiene los retratos del presidente Vladimir Putin y su posible sucesor Dmitry Medvedev.

Los rusos se disponen a ratificar la opción del Kremlin, según todo parece indicar, eligiendo el mañana como presidente a Dimitri Medvedev, quien formará con Vladimir Putin un tándem que se presenta incierto.


En Rusia, paí­s que posee once husos horarios, la votación comienza hoy a las 20:00 horas GMT en Kamchaka y Chukotka, regiones del extremo oriente, y terminará mañana a las 18:00 horas GMT en el enclave de Kaliningrado, en Europa.

A falta de suspense electoral, según los sondeos, los analistas se centran desde hace tiempo en lo que sucederá después de la elección y en la principal incógnita, la viabilidad del tándem Medvedev-Putin.

El presidente saliente, que designó en persona a su delfí­n como candidato para la elección presidencial, se ha comprometido con ocupar la función de primer ministro tras los comicios.

Putin, cuya lista ganó las elecciones legislativas rusas del pasado diciembre, asegura que desempeñará en su nuevo puesto el poder «ejecutivo supremo», lo que ha sembrado confusión y dejado escépticos a muchos analistas.

El dúo que se perfila al frente del paí­s «no tiene futuro», porque «debe haber un solo jefe» en el sistema institucional actual, explica Alexander Konovalov, presidente del Instituto ruso de evaluaciones estratégicas.

La cuestión es saber cuál de los dos se impondrá al otro, ya que, si bien la Constitución otorga la principal cota de poder al presidente, Putin tiene el apoyo de los responsables de los servicios de seguridad.

Si Medvedev consigue mantener su poder ante Vladimir Putin, se plantea la pregunta de si se preservará la continuidad polí­tica y económica tan prometida, ahora que algunos medios de comunicación y empresarios dicen vislumbrar una polí­tica más liberal en algunas declaraciones y posiciones adoptadas por Medvedev en el pasado.

La otra incógnita, ligada a la actualidad inmediata, es si la elección presidencial se verá acompañada de una enésima crisis del gas con Ucrania, con la amenaza correspondiente de que el gigante ruso Gazprom corte el suministro.

En cualquier caso, lo que está claro es que Dimitri Medvedev ha sido omnipresente en Rusia en las últimas semanas.

En consecuencia, los otros tres candidatos en liza, el comunista Guennadi Ziuganov, el ultranacionalista cercano al Kremlin Vladimir Jirinovski y el proeuropeo Andrei Bogdanov, condenados a actuar de figurantes, sólo tendrán el domingo, según los últimos sondeos, un porcentaje de votos de 9%-16%, 7%-14% y 1% respectivamente.

Medvedev, actual primer viceprimer ministro, lograrí­a según los sondeos entre el 61 y el 80%.

Por su lado, la oposición liberal, que no ha podido presentar ningún candidato a la presidencial, se disponí­a este sábado a entregar a la Comisión electoral más de 5.000 firmas de personalidades y ciudadanos que se niegan a «participar en esta farsa» electoral.

Mientras tanto, quizá porque las autoridades temen una tasa de participación insuficiente para legitimar plenamente al tercer presidente de la Rusia post-soviética, todos los medios son buenos para movilizar a la población: desde el solemne llamamiento de Vladimir Putin a sus compatriotas, televisado el viernes, a las banderolas en las calles con la bandera rusa de fondo y los mensajes a los teléfonos celulares.