Dueños y encargados de comercios ubicados sobre la Sexta Avenida de la zona 1, se quejaron de ser víctimas de abusos de parte de supuestos estudiantes de la Universidad de San Carlos, quienes encapuchados y profiriendo amenazas e intimidaciones, buscan recaudar fondos a cambio de no dañar los inmuebles durante la Huelga de Dolores.

Comerciantes de ventas de ropa, calzado, comida rápida y artículos varios de la Sexta Avenida de la zona 1 capitalina, denunciaron ser víctimas de abusos por supuestos estudiantes de la Usac, que encapuchados exigen Q100 a cambio de no dañar los inmuebles el próximo 11 de abril, día en que se llevará a cabo el Desfile Bufo de la Huelga de Dolores.

Los afectados, quienes prefirieron permanecer en el anonimato por temor a represalias, indicaron que a inicios de marzo, los presuntos estudiantes llegaron a cada comercio y con lista en mano, entregaron una carta en donde exigían una “contribución obligatoria” para financiar las actividades de la Huelga de Dolores.

No obstante, ante el rechazo de los comerciantes para adquirir el llamado Bono Huelguero, los encapuchados los intimidaron para exigirles el dinero e incluso les pidieron mercadería o de lo contrario, causarían destrozos y pintas a los locales durante el Desfile Bufo que cada año atraviesa dicha avenida hacia la Plaza de la Constitución.

“Yo lo pagué porque imagínese si hacen averías a mí me van a cobrar. La verdad uno trabaja porque necesita llevar la comida a la casa para los hijos y no es justo que por culpa de otras personas nos vengan a quitar la comida de la boca”, expresó uno de los dueños.

INTIMIDADOS

Otro de los encargados de tienda agregó: “Ellos me mostraron objetos que ya llevaban y me dijeron que les tenía que dar producto. Les dije que tenían que esperar al dueño de la tienda. Esto ya es un negocio para ellos para mantener su estilo de vida y gastárselo en licor y eso está mal porque se está afectando a la población que no tiene dinero”.

De igual forma, un empleado quien pidió no ser identificado, solicitó la intervención del Ministerio Público y la Policía Nacional Civil, para que con la investigación se determine si realmente quienes incurren en estas actividades están inscritos en la Usac.

“Uno se molestó porque le dije que no estaba el dueño del almacén, así que comenzó a amenazarme e insultarme. También me dijeron que si no les pagaba ahora iban a pasar al siguiente día y me iban a cobrar el doble. Como no les hice caso, unos 10 encapuchados entraron al local y se llevaron producto. Uno se levantó la playera y me mostró un arma, mientras otro me tomaba fotos”, señaló el entrevistado.