Una tregua entre el grupo islamista palestino Hamas e Israel, negociada laboriosamente con la mediación de Egipto, entró en vigencia el jueves en Gaza, tras meses de sangrientas violencias.

«La tregua entró en vigor a las 06:00 horas», declaró en Gaza el portavoz de Hamas, Sami Abu Zuhri.
«Hamas está determinado a respetar el acuerdo de tregua y garantizar su éxito», añadió.
El portavoz de los islamistas palestinos hizo un llamamiento «a la ocupación (Israel) para que también lo respete y ello se traduzca sobre el terreno».
Mark Regev, portavoz del primer ministro israelí, Ehud Olmert, declaró que Israel «respetará todos los compromisos tomados en virtud de los pactos logrados por Egipto».
«Mantenemos los ojos bien abiertos sobre lo que pasa sobre el terreno», añadió.
El acuerdo de tregua prevé el cese de los disparos de cohetes palestinos hacia Israel y de los ataques de las tropas del Estado hebreo. También prevé el levantamiento progresivo del bloqueo impuesto por Israel a esa franja de Gaza de tan sólo 362 kilómetros cuadrados donde viven 1,5 millones de palestinos.
«Si se respeta la calma, desde principios de la próxima semana habrá un levantamiento progresivo de las sanciones» israelíes impuestas a Gaza, subrayó el portavoz de Olmert.
El calendario de la tregua prevé también la reapertura progresiva de los pasos de carretera entre Israel y la franja de Gaza, casi permanentemente cerrados desde que Hamas se hizo con el control del territorio en junio de 2007.
«En este momento no tenemos intención de reabrir los puntos de paso, pero a partir del domingo prevemos aumentar las cantidades de mercancías que pasan por los terminales de Sufa y Nahal Oz», reconoció Peter Lerner, un portavoz del ministerio de Defensa.
La tregua fue negociada con la mediación de Egipto pues Israel se niega a hablar directamente con Hamas, al que considera una organización terrorista.
Los islamistas palestinos, por su parte, afirmaron que la tregua durará seis meses, pero muchas voces la consideran frágil.
«Esta tregua es frágil y podría ser breve. Hamas no cambió» dijo el miércoles Olmert.
El líder de la oposición israelí conservadora, Benjamin Netanyahu, jefe del Likurd, calificó el jueves la tregua de «grave error».
«Es un acuerdo que permitirá a Hamas reforzarse y armarse», dijo a la radio.
Poco antes de que la tregua entrase en vigor, un palestino murió y otros dos resultaron heridos por disparos israelíes al sur de Gaza, según los servicios de emergencia palestinos.
Hamas exige la reapertura del paso de Rafah, entre la franja de Gaza y Egipto, que no se puede hacer sin el acuerdo de Israel. Pero este la supedita a la suerte del soldado israelí Gilad Shalit, detenido en Gaza tras haber sido capturado por un comando palestino en junio de 2006.
«Hamas quiere lograr la reapertura del paso de Rafah pero debe saber que nosotros queremos recuperar a Gilad Shalit», declaró el miércoles por la noche la jefa de la diplomacia israelí, Tzipi Livni.
Pocas horas después del inicio de la tregua, el gobierno israelí anunció que el próximo martes Olmert irá a Egipto para reunirse con el presidente Hosni Mubarak.
«Los dos dirigentes habían acordado hace dos semanas discutir cuestiones regionales y bilaterales», señala el comunicado oficial.
Desde que Hamas se hizo con el control de Gaza -en detrimento del movimiento moderado del presidente palestino Mahmud Abas-, los disparos de cohetes contra Israel causaron cuatro muertos. La represión israelí a esos actos provocó cientos de muertes entre los palestinos.
La tregua llega en un momento en que Abas se prepara para entablar un diálogo con Hamas tras un año de ruptura.
Los habitantes de Sdérot, la ciudad israelí más afectada por los cohetes palestinos, se hacían el jueves pocas ilusiones.
«Treguas ya tuvimos muchas y ninguna se mantuvo. Sólo dejarán de disparar cohetes cuando les enviemos nuestros tanques a Gaza», dijo Micha Hazan, un joven israelí de 22 años.
El papa Benedicto XVI llamó «a los responsables de las Naciones» para que trabajen «en pro de la paz y la estabilidad en Oriente Medio», e indicó que rezaba «ardientemente» para poder ir a Tierra Santa.
«Lanzó un llamamiento a los responsables de las Naciones para que Oriente Medio, y en especial la Tierra de Jesús, Líbano e Irak, se vean ofrecer la paz y la estabilidad social en el respeto de los derechos fundamentales de la persoma, incluido el de una real libertad religiosa», declaró Benedicto XVI.
El Papa, que recibía a los participantes en la Asamblea de Reuniones de Obras para la Ayuda a las Iglesias Orientales (Roaco), indicó que compartía «las penas y las esperanzas» de las comunidades cristianas de rito latín y oriental de Tierra Santa.
«Rezo ardientemente para poder ir a visitarles, así como rezo también para que algunos signos de paz que saludo con una inmensa confianza puedan cumplirse», declaró Benedicto XVI, en lo que parecía una alusión a la tregua entre Hamas e Israel.
«La paz es la única vía para afrontar el grave problema de los desplazados y los refugiados, para parar la emigración, especialmente la de los cristianos que afecta mucho a las iglesias orientales», estimó.
El Papa dijo haber seguido «con gratitud y alivio (…) los recientes desarrollos en Líbano, que ha encontrado la vía del diálogo y de la mutua comprensión»
«De nuevo expreso mi deseo de que Líbano sepa responder con coraje a su vocación de ser, para Oriente Medio y para el mundo entero, un signo de la posibilidad efectiva de una coexistencia pacífica y constructiva entre los hombres», dijo Benedicto XVI.