Al menos 90 personas -entre ellas 38 militares- murieron el miércoles en Sri Lanka y centenares resultaron heridas en una ofensiva lanzada por el ejército contra separatistas tamiles en el norte del país.
El ministerio srilanqués de Defensa reconoció, en un hecho rarísimo en los 36 años de guerra contra la guerrilla tamil, que las tropas regulares sufrieron 38 bajas mortales, en tanto que liquidaron a 52 «terroristas».
Un portavoz ministerial agregó que 84 militares resultaron heridos de gravedad, en los combates con los rebeldes del movimiento Tigres para la Liberación del Ealam Tamil (LTTE), en la península septentrional de Jaffna.
Los heridos del LTTE sumarían casi 300, de acuerdo con la misma fuente.
Las bajas del ejército son las mayores en un solo día desde la fracasada ofensiva llevada a cabo en esa misma zona en octubre de 2006, que se saldó con 129 soldados muertos y 515 heridos, frente a 515 guerrilleros muertos, de acuerdo con el balance oficial.
Los rebeldes tamiles no comunicaron hasta ahora un parte de los combates del miércoles, aunque un sitio internet en tamil (putinham.com), que se hace eco de sus reivindicaciones, asegura que el «LTTE logró rechazar la ofensiva del ejército gracias a diez horas de encarnizada resistencia».
Las autoridades de Sri Lanka evalúan que los Tigres cuentan con unos 3.000 efectivos, aunque afirman que en lo que va del año mataron a 3.025, habiendo perdido solamente 218 soldados.
Sri Lanka, ex Ceilán, independiente desde 1948, es un país de 20 millones de habitantes, teatro de la guerra más antigua en curso en Asia, en la que alternaron fases de combates y de atentados con periodos de calma.
Los Tigres tamiles -de religión hinduista-, luchan desde 1972 por la independencia del norte y noreste de Sri Lanka, país poblado en un 75% por cingaleses budistas.
Los enfrentamientos y bombardeos aéreos se vienen incrementando desde la ruptura en enero de un alto el fuego firmado con muchas dificultades en febrero de 2002, bajo el patrocinio de Noruega.
El gobierno, alentado por el repliegue rebelde del este de la isla en julio de 2007, trata de aplastar los focos de resistencias del norte antes de las elecciones regionales del próximo 10 de mayo.
Los expertos señalan sin embargo que las autoridades siempre subestimaron el poderío militar de ls Tigres tamiles.
Los insurgentes disponen de un ejército de tierra, de una fuerza naval e incluso de avionetas, algo excepcional en fuerzas guerrilleras. Recurren con frecuencia a los atentados suicidas contra militares, aunque también suelen golpear a los civiles.