Nuevamente, en la sede de Naciones Unidas, nuestro ilustrísimo presidente, el generalísimo Otto Pérez Molina, ha levantado tremenda polvareda al seguir insistiendo en la legalización de las drogas, pese a la oposición de numerosos partidos, la misma ONU y su achichincle (de la ONU, no del Presidente).
En artículos anteriores señalaba los daños que ocasionan desde la inofensiva marihuana, hasta el opio y la heroína, que son los más tremebundos, basándome en Internet que contiene informes médicos de todo el mundo hacia tal afirmación. Y si Sigmund Freud se volvió medio chusema, sin por eso ser un sabio, se debió a experimentar con la cocaína, que es más conocida que Obama, Putin, Einstein, Cervantes y los tamalitos de chipilín.
Don Otto (sin faltarle el respeto su excelencia), tiene sus periodistas “faferos” que le hacen los mandados e impulsan cuanta cosa que se le ocurre, como ésta y me imagino que Seccatid, que luchaba contra las drogas y que ahora dirige la otra Excelentísima doña, deben echarles una ayudita.
Debo contarles a ustedes y a los sobalevas de Otto Pérez que tanto la OEA, con la CICAD y la ONU, con la UNODE, libran una fuerte y feroz batalla contra las drogas, por lo que no creo que esta iniciativa prospere, a no ser, digo yo, que el mandatario supremo de la nación se convierta en la venta al menudeo de coca y otros dulces por el estilo.
Sin embargo, déjenme contarle que tanto la Cocaína se ha REBAJADO EN LOS ESTADOS UNIDOS AL EQUIVALENTE A 37 MIL, EN EUROPA HA AUMENTADO A 34 MIL MILLONES DE DÓLARES AL EQUIVALENTE, ¿Cómo la ven disdiay?
Pero esas noticias son todavía más gratas: solo Afganistán exporta anualmente 12 mil toneladas de opio y ese país, junto con Rusia, Irán y Europa producen al año CINCUENTA Y CINCO MIL MILLONES DE DÓLARES.
Pero si no le bastó lo anterior también le cuento que son cuentos que la marihuana no produce efectos físicos, psicológicos y sociales. Si no me cree, pregúntele a su doctor que no consuma porque resulta que en el MUNDO, de 130 A 190 MILLONES DE INDIVIDUOS CONSUMEN MARIHUANA. Y si no lo cree vaya al Parque Central, a discotecas, a calles del centro, a lupanares, etcétera. ¿Y el Presidente de esta Nación quiere cambiar el café o la caña, o el cacao, o el hule por esa dichosa mariguanada en donde al entrar a un restaurante siente su “agradable” aroma, aparte de que alguien se ponga brincón y le dé sus cachimbazos.
Pero para que no se ponga triste, también le cuento que han crecido los estimulantes antifamafínicos, donde se incluye el “éxtasis” que ponen en onda a chavas y chavos, y eso ya se produce en el país casi como el principal producto de exportación.
Bueno pues. Hay nos vemos y que don Otto ponga a trabajar a sus faferos especialmente al gordo aquel que les conté y el barbudo, y el pelón y las doñas, etcétera.