El presidente Juan Manuel Santos y el candidato opositor Óscar Iván Zuluaga están en un empate técnico de cara a la segunda vuelta de las elecciones presidenciales que se celebrarán en Colombia el 15 de junio, según una encuesta divulgada hoy.
El sondeo de la firma Cifras y Conceptos indica que, si los comicios fueran el próximo domingo, Santos obtendría el 38 por ciento de los votos frente a un 37 por ciento de Zuluaga.
Santos, candidato de la coalición de gobierno de centro-derecha Unidad Nacional, y Zuluaga, del partido de derecha radical Centro Democrático, se enfrentarán dentro de dos semanas tras obtener las principales votaciones en la primera vuelta del domingo pasado.
Zuluaga, cuyo jefe político es el expresidente Álvaro Uribe (2002-2010), obtuvo el 29.25 por ciento de los votos frente a un 25.69 de Santos, que busca mantenerse en el poder en el periodo 2014-2018.
El panorama político se agitó ayer al profundizarse la crisis del Partido Conservador, que se dividió entre las campañas de los dos candidatos.
Un sector liderado por unos 40 de los 59 congresistas de ese partido anunció su respaldo a Santos, pero horas después Marta Lucía Ramírez, que fue la candidata presidencial conservadora, se adhirió a Zuluaga.
El Partido Conservador aún forma parte de la coalición de gobierno Unidad Nacional –integrada ademas por el Partido Social de Unidad, el Partido Liberal y Cambio Radical–, pero entró en una división hace varios meses cuando un sector decidió dar un paso al costado y designó a Ramírez como candidata a la presidencia.
Ramírez obtuvo el domingo el tercer lugar en las elecciones con un 15.52 por ciento de los votos.
Se espera que la excandidata izquierdista Clara López, que obtuvo el 15.23 por ciento de los votos, anuncie en las próximas horas la decisión de la alianza que lideró en nombre del Polo Democrático Alternativo y la Unión Patriótica, varios de cuyos dirigentes parecen inclinarse por votar por Santos en respaldo al proceso de paz entre el gobierno y la guerrilla de las FARC.
La Alianza Verde, que con su candidato Enrique Peñalosa obtuvo el 8.28 por cientos de los sufragios, anunció que deja en libertad a sus seguidores para votar en la segunda vuelta.
El tema de las negociaciones de paz con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), que se cumplen en Cuba desde 2012, se instaló desde hace varias semanas como el más importante del proceso electoral.
Santos asegura que necesita seguir gobernando para sellar con éxito un acuerdo con las FARC, que sentaría las bases para acabar con un conflicto armado interno de cinco décadas.
Zuluaga expresó al comienzo de su campaña que lo primero que haría de ser elegido presidente sería romper el proceso de paz, pero luego de la primera vuelta moderó su discurso y dijo que lo suspendería para poner condiciones a las FARC.
El candidato volvió a modificar su postura ayer al afirmar que mantendrá las conversaciones, a cambio del apoyo dado por el sector conservador que lidera la excandidata Ramírez.
«Hemos decidido que se continuará conversando con las FARC en La Habana», agregó Zuluaga, tras lo cual Santos lo calificó de «cínico» por el constante cambio de tesis en ese punto.
«No deja de sorprender que quienes durante cuatro años atacaron el proceso, acusándome de legitimar el terrorismo y de sentarme con delincuentes, ahora comienzan a variar su posición. Y entonces luego resulta que son amigos de la paz y de continuar negociando, aunque ponen condiciones que son imposibles de cumplir», afirmó Santos.
«Colombia debe entender quién es coherente y quién no lo es, quién asumió el riesgo, quién se ha desgastado por buscar la paz y quién ha venido atacando el tema en forma implacable el proceso de paz», añadió el mandatario.