Colombia: presidenciales anuncian primer asalto reñido



Los colombianos votarán mañana en la primera vuelta de la elección presidencial que se anuncia como un duelo reñido entre el oficialista Juan Manuel Santos y el ex alcalde de Bogotá, Antanas Mockus, cuya promesa de cambio podrí­a beneficiarse del hartazgo de los colombianos por la violencia.

Mockus El «profe» que seduce con pedagogí­a polí­tica


Tras un estruendoso fracaso electoral en 2006, el matemático y filósofo de ascendencia lituana Antanas Mockus se convirtió en el fenómeno para las presidenciales de mañana en Colombia, en las que seduce a sus seguidores con un lenguaje más pedagógico que polí­tico.

Esgrimiendo la bandera de la «legalidad» y la «transparencia», y respaldado en la aureola de incorruptible administrador que se forjó en dos gestiones como alcalde de Bogotá, Mockus logró en dos meses de campaña posicionarse como uno de los dos favoritos para suceder al presidente ílvaro Uribe.

El «fenómeno Mockus», como lo denomina la prensa y analistas, surgió como una candidatura independiente alejada de la clase polí­tica tradicional, y arropada bajo una nueva bandera: el Partido Verde, cuya naturaleza no corresponde a los que pululan por el mundo en defensa del medio ambiente.

«Me provoca alegrí­a. Miro hacia atrás y no me lo creo: haber adelantado un proceso como éste, y estar donde estamos», dijo recientemente a la AFP para explicar su sorpresivo resurgimiento polí­tico.

Lo meteórico de su carrera por la presidencia, luego de que hace cuatro años obtuvo apenas 146.583 votos (1,23%) en los comicios que dieron la reelección a Uribe, parece ser un común denominador en la corta vida pública de este profesor universitario de 58 años y padre de dos niñas.

Mockus se dio a conocer en 1993, cuando los medios visuales de prensa registraron el momento en que como rector de la estatal Universidad Nacional -la principal del paí­s- se bajó los pantalones y mostró sus nalgas a un auditorio estudiantil que lo abucheaba.

Ese hecho que lo catapultó a la exposición pública no fue más que un eslabón de la cadena de excentricidades que lo han caracterizado, como acudir al palacio presidencial blandiendo una espada de juguete para «defender» el presupuesto de la universidad, o, años más tarde, contraer matrimonio montado en un elefante bajo la carpa de un circo.

Este profesor que realizó sus estudios en Parí­s, sorprendió en 1994 al ganar por elección popular la alcaldí­a de Bogotá bajo la bandera de la «cultura ciudadana» como herramienta de convivencia en esa urbe de siete millones de habitantes, sin haber tenido ninguna tradición polí­tica previa.

Antes de completar el periodo para el cual fue elegido, en abril de 1997 dejó el cargo para lanzarse a una nueva aventura polí­tica: la fórmula vicepresidencial de la ex canciller Noemí­ Saní­n, ahora uno de sus rivales en esta elección.

Tras pedir perdón públicamente a los bogotanos por haber abandonado la alcaldí­a bañándose en la más emblemática fuente de la ciudad, fue elegido en 2000 nuevamente alcalde, gobierno que concluyó exitosamente en diciembre de 2003.

La corta experiencia polí­tica de Mockus, su lenguaje académico y a veces confuso que lo obliga a rectificar o explicar posteriormente conceptos e ideas, y el haber confesado que padece mal de Párkinson, han dejado sin piso a los analistas que sólo atinan a atribuir el fenómeno de este profesor a una especie de «seducción» a un electorado que quiere un cambio de forma de gobierno.

Santos Un fogueado polí­tico acosado por un escándalo de derechos


El ex ministro de Defensa, Juan Manuel Santos, heredero polí­tico del presidente ílvaro Uribe y uno de los dos favoritos a las presidenciales del domingo en Colombia, goza de vasta experiencia en asuntos de Estado, pero lo persigue un escándalo de ejecuciones extrajudiciales.

De 58 años, el candidato del Partido Social de Unidad Nacional (Partido de la U, derecha), dejó el ministerio de la Defensa en mayo de 2009 para lanzar su aspiración presidencial recogiendo la bandera polí­tica de Uribe de acabar con la guerrilla marxista Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).

En los tres años al frente de ese ministerio cosechó sonoros triunfos contra las FARC, que le reportaron prestigio, pero también una nefasta estela por el asesinato de decenas de civiles por militares presentados como guerrilleros muertos en combate.

También durante la gestión de Santos el Ejército bombardeó, en marzo de 2008, un campamento de las FARC en Ecuador, que si bien permitió dar muerte al número dos de esa guerrilla, Raúl Reyes, derivó en una de las crisis diplomáticas más delicadas de la historia reciente del paí­s.

Por ese ataque, en el que murieron 26 personas, Santos enfrenta en Ecuador un proceso penal con orden de prisión preventiva.

El presidente ecuatoriano Rafael Correa rompió relaciones diplomáticas con Colombia y su par de Venezuela, Hugo Chávez, lo secundó distanciándose más de Uribe y aumentando la tensión con Bogotá.

El ex ministro colombiano es para Chávez una figura «peligrosa» para la paz de la región. Santos ha sido un fuerte crí­tico del presidente venezolano desde hace unos 20 años, cuando ejerció como subdirector del diario El Tiempo de Bogotá.

Nacido en el seno de una adinerada y poderosa familia bogotana vinculada a la polí­tica y el periodismo, Santos es sobrino-nieto del ex presidente Eduardo Santos (1938-1942), y actualmente es copropietario de ese diario, el más influyente del paí­s, con el grupo español Planeta.

«Uno no elije la familia pero sí­ a qué se dedica. Yo provengo de una familia adinerada y perfectamente podrí­a estar en este momento jugando golf en Miami, pero estoy aquí­ apostándole a mi paí­s», dijo recientemente a la AFP este admirador del ex ministro británico Winston Churchill.

Con estudios en economí­a y administración de empresas en Estados Unidos y especializado en desarrollo económico del London School of Economics, Santos es un profundo conocedor del mercado mundial cafetero, toda vez que representó por varios años a Colombia ante la Organización Internacional del Café (OIC).

Santos, cuya raí­z polí­tica se encuentra en el Partido Liberal, fue ministro de Comercio Exterior en el gobierno del liberal César Gaviria (1990-94) y Ministro de Hacienda en el del conservador Andrés Pastrana (1998-2002). Además, en 1993 fue elegido por el Congreso como Designado Presidencial (vicepresidente de la República).

Está casado desde hace 23 años y tiene tres hijos.