El jefe negociador de la guerrilla colombiana del ELN en una nueva ronda de conversaciones con el gobierno de ílvaro Uribe, que comienzan hoy en La Habana, admitió que la cita arranca en medio de «una confianza resquebrajada entre las partes».
«La reunión comienza hoy a las tres de la tarde (hora de La Habana) y vamos a contar con un testigo, el sacerdote Darío Echeverri, que ha nombrado la Conferencia Episcopal, pues las confianzas están muy resquebrajadas», señaló Pablo Beltrán, vocero rebelde para la sexta ronda de conversaciones.
Beltrán -que debió llegar a la capital cubana el pasado jueves para iniciar la nueva ronda de conversaciones pero que, según informó ese grupo, no lo pudo hacer sino hasta el domingo «por problemas logísticos» en su desplazamiento desde Caracas a La Habana- reiteró sus críticas al gobierno de Uribe.
«Hay dos piedras en el zapato para esta reunión. Una grande y una arenita. La grande es que desde el gobierno se considera a la guerrilla como un grupo terrorista más y que en Colombia no hay conflicto. La arenita, el comisionado (de paz, Luis Carlos Restrepo), que no es un interlocutor constructivo», dijo.
En diálogo con la privada radio Caracol, Beltrán reiteró que su grupo está dispuesto a pactar un cese el fuego, pedido por el gobierno de Uribe, pero lo condicionó a que éste sea bilateral y temporal.
«Hemos dicho que estamos dispuestos a pactar un cese (el fuego) bilateral y temporal, como experimento. Si nos resulta, tendremos la disposición a una prórroga», señaló Beltrán tras asegurar que el cese el fuego estará condicionado a avances en torno a temas como el desplazamiento y el respeto a la oposición.
El líder rebelde señaló también estar dispuesto a pactar el tema del secuestro en las tratativas de paz.
«Ese es un tema que se va a discutir y tenemos la disposición de pactar. Pero como reflexión, nadie en Colombia se acuerda que aquí hubo desaparecidos y que los sigue habiendo», concluyó.
Nacido en 1964 bajo la influencia de la revolución cubana, el ELN es con unos 4.000 hombres la segunda guerrilla tras las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), de 17.000 efectivos.