Colombia espera en vilo la liberación de uno de sus rehenes más antiguos


Un helicóptero brasileño despega para iniciar la operación de liberar al sargento Pablo Emilio Moncayo. FOTO LA HORA: AFP Luis Robayo

Colombia esperaba hoy la liberación de uno de los dos rehenes más antiguos, el sargento Pablo Emilio Moncayo, secuestrado en diciembre de 1997 por la guerrilla de las FARC, y quien debe ser recogido por una misión humanitaria en un punto de la selva colombiana.


El operativo para buscarlo, que Brasil apoya con dos helicópteros y sus tripulaciones, arrancó a las 10:16 (hora de Guatemala), con más de dos horas de retraso debido a las malas condiciones atmosféricas en la zona en las primeras horas de este martes.

La familia de Moncayo y activistas de la ONG Colombianos por la paz despidieron con aplausos el helicóptero que partió del aeropuerto de Florencia (580 kms al sur de Bogotá).

Cerca de la pista, Gustavo Moncayo, padre del sargento, tomaba fotos con una enorme sonrisa a la misión que partió y mostraba las cadenas que lleva atadas desde hace años, para pedir la liberación de su hijo.

En tanto, la madre Marí­a Estela Cabrera lloraba abrazada a sus cuatro hijas.

Gustavo Moncayo, quien llevaba una camiseta blanca con la foto de su hijo, se hizo célebre por las largas caminatas que realizó en Colombia, Venezuela y Europa para llamar la atención sobre su situación.

Pablo Moncayo, de 31 años, ascendido a sargento mientras se encontraba en cautiverio, será entregado por las izquierdistas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) a la senadora opositora Piedad Córdoba junto con delegados del Comité Internacional de la Cruz Roja y de la Iglesia católica colombiana, anunciaron los involucrados.

«Monseñor (Leonardo Gómez) está rezando con nosotros, vamos felices por Pablo Emilio Moncayo», dijo Córdoba a través de su twitter, segundos antes del despegue.

Córdoba ha gestionado desde 2008 la liberación por parte de las FARC de trece de sus rehenes, entre polí­ticos, militares y policí­as. La más reciente de ellas ocurrió el domingo, cuando fue entregado el soldado Josué Daniel Calvo, de 22 años.

Las FARC han señalado que la liberación de Moncayo será la última que realicen de manera unilateral y pidieron a partir de ahora emprender un intercambio humanitario entre los uniformados que mantienen cautivos y unos 500 guerrilleros presos.

Moncayo fue secuestrado el 21 de diciembre de 1997 cuando cientos de guerrilleros atacaron con cohetes un puesto militar de comunicaciones que protegí­an 32 uniformados en la cúspide de un cerro entre los departamentos de Nariño y Putumayo (suroeste).

Un total de 18 uniformados lograron sobrevivir al ataque y las FARC se los llevó como «prisioneros de guerra».

En junio de 2000 la guerrilla liberó a 16 soldados rasos que cayeron en ese ataque, junto con otros 226 uniformados que habí­an secuestrado en diferentes acciones.

Una vez que Moncayo quede en libertad, las FARC tendrán todaví­a en su poder a 21 militares y policí­as, así­ como un número indeterminado de civiles secuestrados por extorsión económica.

En el grupo de militares rehenes de las FARC, tres de ellos suman ya más de doce años de cautiverio: el cabo Libio José Martí­nez, secuestrado junto con Moncayo en diciembre de 1997, el sargento Luis Beltrán y el soldado Arturo Arcia, plagiados el 3 de marzo de 1998 en El Billar, en la provincia de Caquetá (sur).