Colombia eleva tono


Marí­a Fernanda Espinosa (I), canciller ecuatoriana.

El gobierno de Colombia elevó el tono hacia Ecuador por la denuncia de Quito de una supuesta incursión de su Ejército en territorio de ese paí­s con saldo de dos muertos, tensionando aún más las ya tirantes relaciones diplomáticas bilaterales.


El canciller Fernando Araujo denunció una «actitud hostil» de parte del gobierno de Ecuador, al tiempo que «exigió respeto» para con su paí­s y apoyó la versión del Ejército colombiano sobre este nuevo incidente fronterizo.

«Nosotros quisiéramos realmente encontrar en Ecuador una actitud más amistosa hacia Colombia porque hasta ahora, mientras yo he estado de canciller, no he encontrado sino protestas permanentes y una actitud que percibo como hostil», dijo Araujo a periodistas anoche.

Además, tras subrayar que «Colombia respeta a Ecuador», manifestó: «Exigimos respeto a nuestras decisiones, respeto a nuestros problemas y exigimos que no haya injerencia en nuestros asuntos».

Asimismo indicó que «no podemos permitir que las acciones de defensa del Ejército colombiano en nuestro territorio sean tergiversadas y empleadas de manera equivocada en otros contextos».

El fuerte pronunciamiento del jefe de la diplomacia colombiana se produjo luego de que el gobierno ecuatoriano del presidente socialista Rafael Correa anunció que elevó una protesta diplomática, por la incursión militar colombiana ocurrida el 22 de marzo en el caserí­o ecuatoriano fronterizo de Pueblo Nuevo.

«Queremos, a través de esta carta de protesta, presionar para que Colombia no sólo reconozca esta situación en particular, sino que tenga voluntad polí­tica de cumplir los acuerdos alcanzados por hechos similares en el pasado», afirmó ayer en Quito la canciller Marí­a Fernanda Espinosa.

Por su parte, la ministra de Defensa ecuatoriana, Lorena Escudero, aseguró que «tenemos evidencia de que la operación fue planificada en territorio colombiano para aprehender a (Jorge) Plaza, que tendrí­a un largo historial delictivo. El problema es que lo capturan finalmente en lado ecuatoriano», afirmó.

De acuerdo con la denuncia de Quito, los militares colombianos lanzaron una granada de mortero contra la vivienda de Plaza, luego incursionaron en el poblado y detuvieron a algunas personas.

Además de Plaza, los militares colombianos se llevaron al colombiano Daniel Marroquí­, bajo la acusación de ser miembro de la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC, marxistas). Posteriormente los dos aparecieron muertos de varios disparos, según la versión ecuatoriana.

Esa versión es rechazada por el gobierno colombiano, cuyo ministro de Defensa, Juan Manuel Santos, asegura que la acción de las tropas de su paí­s ocurrió en territorio colombiano y que los dos hombres fueron muertos en «combate» contra guerrilleros de las FARC.

Santos reveló además que el gobierno colombiano entregó a Ecuador –en la reunión de la Comisión Binacional Fronteriza, celebrada el miércoles en el puente sobre el rí­o San Miguel, en el área limí­trofe– los informes judiciales que señalan que los dos muertos eran guerrilleros.

Según Santos, los dos cuerpos fueron entregados a la Fiscalí­a en territorio colombiano y luego fueron llevados a Ecuador.

Este nuevo episodio de tensión y desacuerdo entre Bogotá y Quito se produce en medio del deteriorado ambiente de las relaciones entre los dos paí­ses surgido a raí­z del reinicio, en diciembre pasado, por parte de Colombia de las aspersiones aéreas con glifosato de los cultivos de coca en una franja de 10 km colindante con Ecuador, que concluyeron al final de enero pasado.

Ese hecho llevó al gobierno del entonces presidente Alfredo Palacio a llamar a consultas a su embajador en Colombia, Alejandro Suárez, medida que mantiene el gobierno de Correa, que además ha anunciado que demandará a Colombia ante el Tribunal de La Haya.

No polemizar

El presidente colombiano, ílvaro Uribe, le ordenó a su canciller ílvaro Araujo no polemizar en público sobre la relación con Ecuador, luego de que el ministro denunciara una «actitud hostil» de Quito, que protestó por un incidente fronterizo, informó hoy el mandatario.

Uribe dijo haber dado la instrucción al canciller anoche, poco después de que el funcionario también exigiera al gobierno ecuatoriano no entrometerse en los asuntos internos de Colombia.

«Vamos a proceder de la siguiente manera con Ecuador: buscar el diálogo y no dar declaraciones, esa es la norma», señaló el mandatario a Radio Caracol, indicando que en adelante Araujo deberá entenderse con su par ecuatoriana, Marí­a Fernanda Espinosa.

«Diálogo de nuestra parte, diálogo intenso, comunicación permanente y cero declaraciones; es lo que le he pedido al canciller y es lo que vamos a buscar, declaraciones cuando sean rigurosamente necesarias, pero la tónica es diálogo, no declaraciones», subrayó.