La realidad es que en polí­tica las opiniones debieran ser explicativas y tratando de evitar la confrontación, pero a veces la campaña de los adversarios es tan sucia, que si no se le confronta se le está dando ventaja, por lo que se hace necesario hacer ciertas aclaraciones que aunque parecen increí­bles se deben de hacer, aunque las personas que las oyen o las ven, le dan muy poco o ningún crédito, por que no creen que una personalidad polí­tica que aspira la presidencia de la República sea capaz de tanta suciedad. Por tal razón, a veces cuando se aclara algo, se hace a medias, pues si se dice toda la verdad, luce inverosí­mil, como por ejemplo: Pérez Molina dijo que Colom habí­a perdido el control del partido, pues las campañas negras contra él y su familia eran hechas por los propios miembros de su equipo, lo cual sí­ puede ser parcialmente creí­ble, pero si hubiera dicho toda la verdad tal cual es, nadie se lo hubiera creí­do, aunque la realidad pura es que no existe ninguna pérdida de control, sino que es el propio Colom quien dirige la campaña negra contra él mismo y su familia, como una táctica polí­tica para causar lástima y aunque sea por esta razón, la gente vote por él. Los que ignoran este tipo de guerra, me imagino que han de estar diciendo, pobrecito Colom, pobrecita su familia, pero algún dí­a se darán cuenta qué es lo que realmente sucedió, pero para entonces será demasiado tarde.

Todaví­a falta, pues faltan algunas acusaciones para consolidar la mentira y no tarda decir que recibe amenazas de muerte, que están vigilando la salida del colegio de sus hijos, simular un atentado contra él o un miembro de su familia y que el que las hace es Pérez Molina. Que más dirán, usted dele rienda suelta a su imaginación.