El contigente de soldados que se sumará a los oficiales que se encuentran en los 935 kilómetros frontera, y que vienen realizando labores cotidianas para impedir el paso de la droga, de inmigrantes sin papeles y de productos no autorizados para el contrabando.

No es la primera vez en las últimas semanas que Colom refuerza la presencia militar en las ciudades cercanas a México. A finales de noviembre, ordenó incrementar la seguridad fronteriza ante la masacre de más de 15 personas en la Agua Zarca, en el departamento de Huehuetenango, provocada al parecer por miembros del Cártel del Golfo. Los operativos terminaron con la detención de Abel Dí­az Alzate, un presunto integrante del grupo mexicano Los Zetas.

Colom, quien cumple el próximo 14 de enero un año en el poder, ha querido hacer una reflexión sobre el tema de la seguridad y anunciar una «nueva estrategia para combatir al crimen organizado» que afecta, principalmente, a los departamentos del norte, donde los narcotraficantes se disputan la ruta de la cocaí­na que traslada hacia Estados Unidos.

Colom dijo que las nuevas estrategias implican una mayor formación y capacitación de la Policí­a y de los miembros del Ejército. «Además, se mejorarán los archivos de inteligencia y habrá una mejor armoní­a entre todas las fuerzas de seguridad, que no ha sido posible por el estado tan desordenado e indisciplinado que habí­a», indicó.

En anteriores ocasiones, Colom ha tenido que reconocer que el Cártel del Golfo ha logrado ocupar varias zonas del norte de Guatemala, siendo responsables de una buena parte de los crí­menes como algunas masacres ocurridas en los departamentos de Huehuetenango y Zacapa.