Estudiantes, la mayoría menores de edad, ingresaron al área de práctica de tiro de la Policía Nacional Civil y utilizaron armas de fuego sin el conocimiento de las autoridades.
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El pasado mes de julio, como parte de unas giras promovidas por la Municipalidad capitalina, un grupo de graduandos de un colegio privado recorrieron las instalaciones de la Academia de la PNC en la zona 6.
La gira contemplaba la visita del polígono que sirve de práctica para aspirantes a policía, agentes, fiscales del Ministerio Público y personal del Sistema Penitenciario.
Sin embargo, unas fotografías demuestran que algunos menores de edad utilizaron las armas de fuego para realizar pruebas sin previo conocimiento de cómo se usan los artefactos.
Una denuncia anónima mostró su preocupación, no sólo por la utilización de armas entre los jóvenes, pues va en contra de la promoción de una cultura de paz en una sociedad sumida en la violencia, sino por el consumo de recursos destinados para la seguridad del país.
«A la juventud se le debería sensibilizar a la cultura de paz, no a la guerra», afirma el denunciante.
Bladimir Toledo, director del centro educativo, confirmó la participación de los colegiales en el recorrido por las instalaciones de la PNC, pero desconocía sobre la utilización de armas de fuego en el polígono.
«Yo no sabía. El profesor no me informó que fueron al polígono de tiro. Ir al polígono no tiene nada de malo, lo malo es que los pongan a tirar. En lo personal no hubiera aceptado que los alumnos tomaran un arma», indicó Toledo
Uno de los estudiantes que participó en la práctica, asegura que se mostraron entusiasmados al darles la «oportunidad» de maniobrar un arma de fuego. Relata que varios de sus compañeros utilizaron, incluso, fusiles de alto impacto. «Nos dieron la oportunidad, nosotros felices. ¿Hay algo de malo?», dijo.
Se intentó conocer la versión de la comuna capitalina, pues estas guías presenciales forman parte de un programa de tours promovido por la Municipalidad en los establecimientos educativos para conocer puntos estratégicos de la ciudad; las llamadas a la vocera María José Salas fueron infructuosas.
Este programa contempla las visitas en el Palacio Nacional de la Cultura, el Museo del Ferrocarril y la Academia de la PNC, entre otros sitios.
SIN CONOCIMIENTO
José Paulino Coj, director de la Academia de la PNC, dijo que los colegios e institutos cuentan con el permiso para ingresar y conocer las instalaciones, inclusive pueden observar el polígono, pero no tomar armas ni mucho menos disparar.
«Sí entran a las oficinas, van a los polígonos, van a recorrer y conocen cómo funciona la Academia a manera de cultura general; pero nosotros tenemos claro que no podemos fomentar la violencia en los niños, tenemos un especial cuidado en ese sentido», opina el funcionario.
El jefe policial indicó que el personal estaba claro sobre prohibir que este sector de la población utilice armas, aun cuando la curiosidad por hacerlo despierte entre los visitantes.
Los únicos autorizados para practicar tiro en el polígono son los policías en formación, agentes activos, fiscales y con una solicitud previa, los guardias penitenciarios.
Coj afirmó que quienes debían ser consultados sobre dicha visita y la utilización de armas eran la Municipalidad y el colegio aludido, pues ellos cumplían con permitir el ingreso y mostrarle a los jóvenes la formación de un policía.
ARMAS Y VIOLENCIA
El Instituto de Enseñanza para el Desarrollo Sostenible (IEPADES) promueve entre la niñez y juventud campañas sobre la no utilización de armas de fuego, puesto que en un país con altos índices de violencia que dejan al menos 16 muertes diarias, el uso de armamentos entre los menores de edad fomenta una «cultura de violencia».
Carmen Rosa de León Escribano, representante de IEPADES, opina que incentivar a la utilización de armas de fuego conlleva a la violencia, por ello esta institución se opone a la promoción de los juguetes bélicos y armas de fuego.
En relación a lo sucedido, la profesional afirma que tanto la Policía Nacional Civil como la Municipalidad deben ser responsables en este tema, principalmente la primera institución, pues debe enseñar «que un buen policía debe utilizar el arma como último recurso» y nunca por querer hacerlo.
La entrevistada indicó que trabajan con por lo menos 22 institutos públicos en la capital, para promover una cultura de paz y si algún establecimiento privado lo solicitara tomarían en cuenta la petición.